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    OpiniónLa Patria y las Emociones: Armina Wolpert

    La Patria y las Emociones: Armina Wolpert

    Opinión

    Como persona que creció en un estado totalitario, todos los atributos del estado siempre me han evocado rechazo y cinismo.  El estado es siempre una estructura de esclavitud o restricción.  La actitud hacia los atributos del poder, su simbolismo, su falsa historia, esto era parte de nuestrа vida.  En esto crecí, este es el código genético de mis antepasados ​​y mis padres. Ser patriota no es correcto, no es lógico, hasta incluso inmoral.

    Por eso, nunca olvidaré mi conmoción cuando, hace más de 20 años, me invitaron a celebrar el Día de la Independencia con la familia de nuestros primeros amigos en México y en una fiesta, con maravillosos mariachis de fondo, el jefe de familia rompió a llorar por un exceso de emocion.  Me asombró, no estaba borracho, solo cantaba y sus ojos estaban empapados de lágrimas.

    Estuve completamente perdida, no entendía qué podía causar tal tormenta de emociones. Bueno, no el Día de la Independencia, ¿verdad?  Después de todo, el Día de la Independencia, es un feriado oficial, es un atributo del poder y el estado. Y el jefe de la casa, mi amigo, ante mis ojos, dejó que el estado entrara en su intimidad, en su mundo emocional.

    Para mí este tipo de emociones eran totalmente desconocidas.

    Mi primer pensamiento entonces, hace más de 20 años, fue que, aparentemente, el estado es absolutamente querido por su gente, hace muchas cosas maravillosas por ellos y los protege. Durante los años siguientes, mi teoría no se confirmó y me di cuenta de que el sentimiento de patriotismo no es tan necesario para que el aparato de poder funcione correctamente.

    El patriotismo en México es como el amor por una mujer.
    Es igual de romántico, absurdo e incluso, un poco masoquista.

    Como en el amor verdadero, un ser querido es amado aún más cuando sufre.
    Existe un vínculo directo y claro entre el aumento del patriotismo y los problemas.
    Mira lo que sucede en México después de un terremoto o un huracán, después de cualquier impacto: el país se une increíblemente.  Las personas buscan la oportunidad de compartir este amor, buscan la oportunidad de ayudar a su prójimo y siempre dicen ‘porque somos mexicanos’…La necesidad de ayudar no es individual sino colectiva con una conciencia nacional muy presente. 

    El patriotismo y el poder no se cruzan. 

    Aqui aman y perdonan. Perdonan a todos:  funcionarios corruptos, narcotraficantes, políticos etc. 

    En cualquier país, el nivel de aceptación del gobierno y sus valores depende del presente y de la satisfacción de las necesidades del pueblo por parte del gobierno.
    El gobierno de este país es muy afortunado, el nivel de patriotismo de su gente existe no ‘por’, sino ‘a pesar de’ lo que hace.

    Parece que los mexicanos tienen un lugar especial en los corazones donde el amor se conserva incondicionalmente. 

    Como el amor por una mujer.

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