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Los campesinos son cultos, aunque sean analfabetos. Tienen un pasado, una tradición, unas imágenes (en Vuelta a El laberinto de la soledad, Octavio Paz).
Probablemente nunca me haya sentido tan feliz por no tener hijos en edad escolar. Hoy en día, después de una semana escolar en línea, conozco muchos padres muy responsables, madres que no trabajan, son estables económicamente hablando y para ellos apoyar a los niños en esta forma de estudios se ha convertido en el desafío muy grande. Hablamos de millones de familias.
Trato de imaginarlo. Pero no con el ejemplo de una familia de clase media/alta de Cancún, sino con el ejemplo de una familia común de un pueblo de Chiapas, Yucatán, Oaxaca, Chihuahua, entre otros.
La inmensidad de las zonas vulnerables en México, donde hay escuelas rurales, donde hay maestros locales, donde no hay computadoras y no hay un padre que entiende la importancia de estudios y de un padre que PUEDE ayudar con los estudios – es única. Son millones de alumnos. Millones de niños solitarios enfrentando … la televisión.
Me imagino a estos niños jugando al fútbol con sus amigos en los patios de los pueblos, abandonados a la ociosidad sin fin o, en el mejor de los casos, ayudando a sus madres en la cocina o a sus padres en la milpa.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde que Octavio Paz escribió sus palabras sobre los campesinos analfabetos. Para 2020, la nueva generación se habrá alfabetizado, la enseñanza ha llegado a muchas aldeas.
Pero el mundo se puso patas arriba y sucedió algo que todos temían: según los expertos, un nuevo ciclo de educación a distancia debido a la pandemia, afectará seriamente el sistema educativo en México: se perderá el progreso de los últimos 7 años.
¿Cuál es la lógica en cierran una escuela para 1000 alumnos y una escuela para 20 alumnos con el mismo candado? Ni hablar de los niños con problemas de aprendizaje, hiperactivos, quien es NUNCA podrá sentarse una hora escuchando una clase por la televisión o haciendo zoom. Y estos niños son la mayoría.
Otro sector vulnerable serán los jóvenes que decidan no continuar sus estudios porque sus familias necesitan ingresos. Se espera que al menos 800 mil estudiantes de secundaria no continúen su educación. Los estudiantes universitarios también abandonan. Según el Ministerio de Educación (SEP), ya el 8% de los estudiantes ha abandonado las universidades.
No hay país en el mundo con TANTOS estudiantes (30 millones) en una sociedad TAN diferenciada.
Y estos jóvenes campesinos están sentados en la cerca, completamente fuera de la dinámica del aprendizaje con la perspectiva de un año de ausencia a la escuela y su camino está casi predestinado: no vuelven a estudiar o se quedarán muy lejos, aún más de sus compañeros de otras clases sociales.
Esto de las clases sociales es una de las cosas más sorprendentes en México. Son vidas paralelas. Hay tanta diferencia de sus realidades. Estas diferencias, el abismo sigue creciendo y no es una señal positiva para una sociedad.
No dejo pensar en aquellos que no podrán ni económicamente, ni fisiológicamente, ni operativamente estudiar como otros… No alcanzaran. De ninguna manera.
Será la próxima generación culta pero analfabeta. La generación perdida.