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    ¿Qué significan las Casas astrológicas y qué dicen de la personalidad de cada signo?

    La carta natal es un mapa que representa el momento en el que nace una persona y está marcada por los planetas, el sol, la luna y los doce signos zodiacales
    Dentro de la carta natal existen las Casas astrológicas las cuales representan las áreas de la vida, conocer como estas se relacionan con la carta natal ayuda a conocer la predisposición de una persona a ciertas situaciones

    Opinión

    En la astrología, una casa es un ámbito de la actividad del ser humano. Inicialmente se les llamaba «moradas» o «domicilios», pero en astrología moderna se llaman casas, (del latín domum, «hogar»). La palabra «domicilio» ha quedado para definir las regencias planetarias (relaciones entre los signos del zodiaco y los planetas). Los doce domicilios que se denominan casas, forman juntos la gran casa del zodíaco.

    Ilustración de las 12 casas del cielo de la astrología.

    Comprender los astros y su influencia en el comportamiento de las personas no es nada simple. Existen diversos factores que ayudan al momento de determinar como pueden predisponer en ciertas situaciones. Todos estos condicionantes son tenidos en cuenta en las cartas natales, lo que las convierte en un instrumento muy valioso para conocer a los seres humanos.

    En los gráficos, los diferentes elementos de las tienen un significado que podrá ser interpretado por quien conozca qué representa cada objeto, incluso a través de sitios web que ofrecen interpretaciones. Según explica Astrolink, un sitio especializado en estos temas, las casas astrológicas representan las áreas de la vida, es decir, el aspecto mundano.

    En total son doce casas astrológicas y en cada una pueden ubicarse los astros, incluso la luna, o ninguno, causando diferentes efectos en la persona. ¿Cómo se define la composición de cada casa astrológica? En astrología, la fecha, la hora y el lugar de nacimiento son fundamentales.

    La puerta de entrada a las experiencias de la vida

    Primera casa

    La primera casa astrológica es la “Casa del Ser”, al ser la primera, es el punto de partida, la gran liberación de energía del nacimiento. Es el espacio del “Yo” y se le concibe como la puerta de entrada a las experiencias de vida, al estar relacionada con la apariencia de la persona y su temperamento, con como se la percibe y la primera impresión que causa en quienes recién la conocen. Su análisis complementa las características del ascendente. 

    La puerta de entrada a nuestro instinto de supervivencia

    Segunda casa

    En la segunda casa se pone de manifiesto la materialización de la energía personal, donde se trata el valor o los talentos y fortalezas, y lo que necesita la persona para sentir seguridad y estabilidad. Tiene algo de supervivencia al relacionarse con la forma en que se alimenta el individuo y cómo maneja sus finanzas. Por ejemplo, Astrolink la define como “la representación de todo lo que una persona llama mío”.

    La puerta a la comunicación en comunidad

    Tercera casa

    En la tercera casa cobra relevancia la percepción de los primeros contextos de socialización. Es la casa de la comunicación, la puerta al conocimiento y el sentido de comunidad. Se relaciona con la forma en que el individuo percibe su entorno a partir de su aprendizaje en los primeros años de vida.

    Nuestra casa, nuestro hogar

    Cuarta casa

    El aspecto físico y emocional, es decir, su concepción como refugio y hogar se describen en la cuarta casa. Es en este espacio donde se relaciona lo vivido en las tres casas anteriores y tiene que ver con las raíces genéticas y las emociones. 

    Un nuevo ciclo de identidad

    Quinta, sexta y séptima casa

    La quinta casa es sumamente importante, porque es donde comienza un nuevo ciclo de identidad y se expresa el yo auténtico, mostrando sus preferencias sexuales y amorosas. Del mismo modo, en relación a la superación personal y a los hábitos con los que se organiza la vida, se hace presente la sexta casa. En ella se refleja cómo los astros influyen en las relaciones con compañeros de trabajo y con las mascotas.

    Por el contrario, en la primera casa donde el “yo” ya no es el centro de todo, es la séptima casa donde se presentan los otros y sus características que seducen o causan rechazo al individuo. Define las relaciones serias tanto de pareja como de amistad o trabajo e incluso a los enemigos. 

    Transformaciones emocionales

    Octava casa

    Astrolink explica que, la octava casa tiene una gran carga psicológica al representar las relaciones íntimas y las grandes transformaciones emocionales que resultan de ellas. Las verdaderas intenciones, los traumas, el mundo espiritual y la muerte, son algunos de los temas que se hacen presentes en esta casa. 

    La puerta de entrada a la mente superior

    La “Casa de la Filosofía” o “Casa de Dios” implica la búsqueda de algo más grande o significativo que el individuo mismo. Es así que la novena casa está relacionada con la creencia en algo más, como puede ser Dios, la justicia o la política. También los sueños y visiones, el panorama y las culturas lejanas forman parte de esta casa.

    El status en la sociedad

    Décima casa

    Como seres sociales, tenemos expectativas de realización dentro de la sociedad y contamos con cierta capacidad de integrarnos. La décima casa se relaciona con la vida pública, los esfuerzos que hacemos para ser reconocidos, qué entendemos que es el honor. En esta Casa se encuentran, por ejemplo, la vocación, la carrera profesional, la ambición y las figuras de autoridad.

    La comunidad y el inconsciente

    Undécima y duodécima casa

    El poder y la creatividad de la décima casa astrológica se transforman en algo más amplio en la undécima casa, donde las esperanzas, los deseos y los planes de futuro, cobran relevancia junto con el contacto con amistades y la humanidad. Las causas comunes, los espacios de pertenencia y encuentro con otros, la conciencia social y las redes sociales cobran relevancia en esta Casa. Mientras que, por su parte, la duodécima casa guarda uno de los costados más oscuros y desconocidos del ser humano: el inconsciente. Se integra lo emocional de todas las experiencias presentes en la carta astral, el autosabotaje, los dolores y tristezas, ilusiones, miedos, frustraciones, el karma y la salud mental. 

    La carta astral

    Algunas casas son más complejas de analizar que otras, pero abordar cada una permite llegar a un conocimiento profundo de la persona, desde las conductas y pensamientos heredados o aprendidos, hasta la manifestación del propio ser y su vinculación con el mundo que lo rodea. 

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