Cuando haces ejercicio y no ves resultados es posible que pudieras estar cometiendo algún error que no te permite llegar a tu objetivo.
No percibir algún avance desmotiva a cualquiera por eso te dejamos algunos de los errores más comunes que podrías estar cometiendo.
Te estancaste en lo mismo
Es increíble encontrar el ejercicio o deporte que te apasiona, pero si es lo único que haces, te volverás muy bueno en él, lo que significa que cualquier mejora que tu cuerpo haya tenido en un principio dejará de evolucionar.
Prueba algún ejercicio diferente, puedes realizar un calendario que vaya variando ejercicios.
No te retas lo suficiente
Si en tu rutina tu pulso ya se mantiene estable, ahí está el error, intenta elevar tu resistencia poco a poco.
Combina tu rutina con una forma diferente de cardio, con intervalos de alta intensidad para llevar tu ejercicio a un nivel más alto.
Estás demasiado estresado
El estrés provoca un desbalance de hormonas, haciendo que tu cuerpo se sienta en modo de alerta y retenga grasa.
Intenta dormir al menos siete horas, descansar de manera correcta mejorará tu rendimiento al ejercitarte y en tu vida diaria.
Consumes más calorías de las que quemas
Claro que es bueno llevar la cuenta de las calorías que quemas en tus rutinas pero si no consideras las calorías que consumes no tiene mucho caso lo primero.
Haz un esfuerzo más consciente por enriquecer tu dieta, mejora tus porciones y horarios de comida.
Eres muy duro contigo mismo
No compares tus resultados con los de alguien más. Celebra los pequeños avances que tu cuerpo vaya mostrando y no pierdas tu motivación.
Recuerda que cada cuerpo pierde peso y cambia a ritmos diferentes, por lo que es bueno consultar a un especialista que te pueda guiar en tu proceso de manera personalizada.
No comes lo suficiente
Dejar de comer no es igual a recortar calorías. Cuando te saltas una comida, el nivel de azúcar en tu sangre se eleva, y la respuesta de insulina es retrasada.
Si tus comidas están muy separadas, tu metabolismo se puede torna más lento. Provocando que resultados más lentos.
Come al menos cada cuatro horas a lo largo del día para tener el control de tu apetito y la energía suficiente.
Te ejercitas demasiado
En exceso todo es malo, sobreentrenar provoca que produzcas ‘cortisol‘, la hormona del estrés, que perjudica tu metabolismo, sistema inmunológico y estado de ánimo. Esta hormona hace que pierdas músculo y almacenes grasa corporal en la sección media.
En conclusión, pon más atención a la hora de ejercitarte par ano seguir cometiendo algo de estos errores y acércate con un experto que pueda orientarte acerca de cuánto comer y cómo ejercitarte de acuerdo a tus necesidades y tus metas.