La época invernal llegó a México y en algunas zonas los efectos del frío comienzan a sentirse. En estas fechas las temperaturas comienzan a bajar principalmente en zonas altas en el norte del país, noroeste y centro de México, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Es muy importante conocer las enfermedades que se presentan en esta temporada; la época invernal trae consigo condiciones que pueden provocar diversos padecimientos a nivel respiratorio, emocional y de la piel.
Aquí te presentamos algunos de los padecimientos que aumentan durante el invierno:
Enfermedades respiratorias
El frío debilita el sistema inmunológico y las bacterias y virus aprovechan esta baja de defensas, ocasionando enfermedades como el resfriado, la influenza, faringitis y en casos más graves, neumonía.
Sin embargo, estas enfermedades pueden prevenirse con la vacunación, especialmente de las poblaciones susceptibles a presentarlas, y la atención médica oportuna.
En caso que presentes estornudos, dolor de garganta, goteo nasal, tos, dolor de cabeza, fiebre o dolores musculares, acude inmediatamente al médico, ya que estas enfermedades comparten signos y se puede confundir el padecimiento.
Resequedad en la piel: extremidades
La resequedad es uno de los principales problemas de piel durante la temporada invernal, especialmente en extremidades, brazos y piernas. Debido a que el cuerpo mantiene calor en donde se encuentran los órganos vitales, los extremos tienen menor flujo de sangre y, por tanto, mayor exposición al frío. Es por ello que se debe mantener la piel altamente humectada con productos especializados.
La mejor solución es emplear Sopharma pH5. Es recomendable aplicar los productos en zonas como brazos y piernas y de preferencia, sumar productos para la ducha como shampoo y gel corporal. Además, es aconsejable el consumo mínimo de dos litros de agua y alimentos con vitaminas A, B, C Y E.
Enfermedades emocionales: depresión de invierno
Durante esta temporada podemos observar sentimientos de tristeza, desánimo e indiferencia que pueden ser indicadores de depresión. Los cambios en el apetito, la ausencia de energía, y el aumento de peso, son algunos de los signos de la depresión de invierno.
Entre las causas de esta enfermedad está la disminución de luz solar que puede alterar el ciclo circadiano, bajar los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad, o reducir la producción de melatonina que interviene en nuestro proceso de sueño y descanso.
Es importante que, ante alguno de los signos mencionados, acudas con un especialista para determinar si es un problema estacionario, ya que estos problemas se resuelven con la ayuda de fármacos.
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