Tiny House es un movimiento que promueve una opción arquitectónica y social para vivir en casas pequeñas y de forma sencilla. Esta iniciativa nació en Estados Unidos, un país donde el tamaño de las casas creció en los últimos años de 165 m2 a 230 m2. La propuesta aboga que no se necesitan más de 65 m2 para vivir.
Las primeras casas pequeñas surgieron como solución tras los estragos que dejó el huracán Katrina. Las llamadas cabañas Katrina se construyeron como alternativa a los remolques, medían alrededor de 30m2 y significaban una medida agradable para las zonas de desastre. El concepto comenzó a captar el interés de los desarrolladores, arquitectos y urbanistas estadounidenses, quienes hace apenas una década dieron inicio al Movimiento Tiny House.
Lo cierto es que entre más grande la casa, más costosa es la construcción, los impuestos, la refrigeración o calefacción, los servicios de agua, gas y luz, la reparación, etc. Y eso solo pensando en el mantenimiento del hogar; sube la inversión si se tiene contemplado llenar todos los espacios con muebles.
Las casas pequeñas representan un gran ahorro
Al tener espacios reducidos, las casas pequeñas representan un gran ahorro, pues propician un estilo de vida simple y organizado. Se trata de una idea que trasciende la noción de vivienda, y vela por una vida sin tantos objetos materiales y por consiguiente, menos basura.
Tanto en Estados Unidos como en México, las personas destinan un tercio de su sueldo a pagar renta o hipoteca. Con las tiny houses este monto reduce, lo cual significa un mayor ingreso per capita. Lo que este proyecto propone es que la gente utilice su dinero para viajar, ir a conciertos o cualquier cosa que antes no podía hacer por mantener su casa.
No existen reglas de construcción, y verdaderamente se busca que ninguna persona ceda su comodidad por adecuarse a los metros cuadrados que el movimiento sugiere. La idea es que se construya en vertical, se compren muebles con doble función y se incorpore tecnología funcional. De igual manera, se recomienda utilizar madera, ventanas estratégicas y ventilación natural. Algunas personas las convierten en casas móviles, para tener más libertad al viajar o cambiar de ciudad sin sacrificar un hogar.
Podría replicarse en México
Aunque por ahora el movimiento es solo popular en Estados Unidos y Japón, ciertamente se trata de un concepto que podría replicarse en México en las periferias de las grandes ciudades, los bosques o cualquier espacio que dé cabida a una comunidad diferente.
Las tiny houses generarían, asimismo, retos para los arquitectos, quienes tendrían que pensar en espacios pequeños pero de gran calidad que brinden una vida cómoda y simple. Sin duda este es un gran movimiento que conviene contemplar para un futuro en nuestro país, pues pronto será necesario proponer soluciones de vivienda sustentables y desde luego, más pequeñas.