Con una carpa de lona, un contenedor marítimo y mucha ilusión de hacer crecer la devoción por María, en la Semana Santa de 2016 surgió su primer santuario en México
Luego de tres años y medio de existencia, el Santuario María Desatadora de Nudos ha tenido un crecimiento exponencial. Semanalmente recibe a cientos de feligreses que escriben su intención en un listón blanco que es colocado en algún punto del terreno del santuario, cuya primera piedra fue bendecida por el papa Francisco en su visita a México en febrero de 2016.
“Es increíble cómo se ha robado el corazón de los mexicanos. Recibimos peregrinos de todo el país. Muchos llegan directamente del aeropuerto, se encomiendan, rezan unas horas y regresan al aeropuerto. Es increíble”, expresó Luis Pablo Garza, párroco del santuario.
El sitio está lleno de detalles en armonía perfecta entre naturaleza y religión, por lo que es muy fácil encontrarse sumido en la reflexión e introspección, propicio para el encuentro con Dios y obtener paz.
Un lugar confortable donde la selva es un escenario que se ha respetado. Cada uno de sus espacios tiene su encanto, como la nueva Capilla a la Virgen de Guadalupe, el confesionario, la Capilla del Santo Silencio o la Plaza de los Agradecimientos.
La devoción por María Desatadora de Nudos nace en Alemania en el siglo XXVII. Fue difundida por Europa y Asia, traída hace 35 años a Sudamérica por el papa Francisco, quien la conoció al realizar sus estudios en Alemania, fundando la iglesia en Buenos Aires.
“La conocí en Brasil en 2005 y me encantó. Vi los milagros que hacía en la vida de tantas personas, y cuando el obispo de Cancún me invitó a hacer una iglesia en el polígono sur, en esta región de la ciudad, me dijo que escogiera a quien se la quería dedicar, e inmediatamente pensé en María Desatadora de Nudos”, recordó el padre Luis Pablo Garza.
Tras la apertura de este santuario se colocaron los primeros listones, y poco a poco se ha llenado el recinto de listones blancos con las peticiones de personas de todas partes del mundo.
“¿Quién de nosotros no tiene nudos? ¿Quién no necesita la intervención, protección o el auxilio de la Santísima Virgen? Se nos presentan nudos en la vida, a veces familiares, del corazón, en las relaciones laborales, en el amor, nudos de una enfermedad, de una prueba, de una perdida. Como que estamos atados ahí y no podemos liberarnos, entonces necesitamos de la intersección de María”, aseguró.
Uno de los detalles que llama la atención es la Plaza de los Agradecimientos, el único lugar en donde los listones son de colores, y que se cuentan por miles. Los primeros fueron por la curación de cáncer de dos niños: Sara y Carlos, quienes regresaron al santuario a dejar su agradecimiento por los milagros.
El templo se localiza en la Sm 320, entre avenida La Rioja y Av. 145, en Jardines del Sur. Tiene un horario de 8 am a 8 pm.