Vladimir Putin, presidente ruso, volvió a llamar la atención internacional este viernes al advertir que, si un solo misil entrase en territorio ruso, «cientos» de ojivas responderían.
“Les aseguro que después de que el sistema de alerta temprana reciba una señal de un ataque con misiles, cientos de nuestros misiles están en el aire”, dijo Putin desde una cumbre en Kirguistán.
«No quedará nada del enemigo, porque es imposible interceptar cien misiles», agregó.
Putin apareció en los titulares luego de sugerir que podría hacer cambios en la doctrina de disuasión nuclear de Rusia empleando una política de primer ataque, a la que se refirió como un «ataque de desarme», una estrategia que, según dijo, está motivada por la actual política de disuasión de Estados Unidos.
Rusia ya tiene esta estrategia incrustada en su doctrina nuclear.
Washington tiene una política que le permite usar un arma nuclear, no sólo en represalia por un ataque nuclear, sino también en respuesta a amenazas no nucleares, al igual que Moscú, explicó Rebekah Koffler, experta en Rusia y ex oficial de la Agencia de Inteligencia de Defensa Rusa.
«Desde el punto de vista de la inteligencia, es un ‘mensaje estratégico'», y agregó que los comentarios de Putin señalaron que, «Rusia utilizaría armas nucleares en Ucrania si Estados Unidos y la OTAN continúan proporcionando armas a Ucrania, especialmente aquellas que Ucrania puede usar para atacar profundamente a Rusia».
Los comentarios de Putin se producen pocos días después de que tres ataques separados con aviones no tripulados golpearan bases a cientos de millas dentro de las fronteras de Rusia, un ataque que Moscú culpó directamente a Ucrania. Ataques de los cuales, Kiev no se hace responsable.