El turismo de la tercera edad se ha vuelto un mercado potencial para la industria turística latinoamericana
De acuerdo con un estudio realizado por World Travel Market Latin America y Euromonitor, el 28% de turistas de América Latina son adultos mayores.
En nuestro país es cada vez mayor la población de adultos mayores: de acuerdo con el INEGI en el 2017 había aproximadamente 13 millones de personas de la tercera edad.
Se estima que para 2020 llegará al 11.4% y que en 2030 ocupará un 15%.
Estas cifras muestran el creciente interés de diferentes industrias por ampliar la oferta de servicios para la población mayor, incluyendo la turística.
Se estima que durante la temporada baja pasan entre 9 y 10 días de viaje, de acuerdo con el Programa de Innovación de Producto Turístico de la Secretaría de Turismo.
«Durante los últimos años hemos detectado un crecimiento constante dentro de este sector, y es un deber para la industria el acoplarse a las exigencias y necesidades de los adultos mayores. Esto garantizará que además de atender a un nicho fuerte del mercado en este momento, estaremos preparados para atender a la siguiente generación también, con los conocimientos que nos dan ahora los adultos mayores», menciona Marcus Paiva, CEO de ClickBus.
Aunque no hay datos precisos sobre la derrama económica generada por este público en particular, el crecimiento constante de la población mayor hace que su aportación al PIB turístico crezca de manera constante.
Puesto que una parte importante de este sector está jubilada, cuentan con un ingreso mensual regular y deciden invertirlo en conocer nuevos espacios.
pues de esta manera obtienen un tiempo de esparcimiento y también cumplen algunos sueños de juventud.
Los lugares preferidos para visitar son:
- Los Cabos, con su clima caluroso y zonas exclusivas llenas de tranquilidad
- Mazatlán y sus impactantes atardeceres, que les proporcionan paz y un ambiente de relajación
- San Miguel de Allende, por su clima agradable y por su colorido
- Y Yucatán, con sus cielos y playas despejadas, además de zonas arqueológicas que les resultan de gran interés.
Viajar también es una actividad positiva para la salud de los adultos mayores.
Mantenerse activos y conociendo nuevos lugares, ayuda a las personas mayores a retardar o frenar el deterioro cognitivo.
Desde el 2012 el sector turístico de la tercera edad empezó a despuntar y a acaparar la atención de los prestadores de servicios dentro de la industria.
Es un mercado que sigue creciendo, cada vez busca ofrecer mejor y mayores opciones para seguir rompiendo los esquemas de edad, ingresos y distancias.
Y así seguir fomentando el turismo a cualquier edad.
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