El ministro de Defensa de Polonia, Władysław Kosiniak-Kamysz, ha confirmado la presencia de un objeto aéreo en el espacio aéreo polaco, describiéndolo como «todo indica, un misil ruso». Este anuncio se produjo el viernes durante una rueda de prensa en Varsovia, donde Kosiniak-Kamysz informó que el proyectil fue rastreado por los sistemas de defensa polacos hasta su salida del espacio aéreo del país. Además, resaltó que la trayectoria del misil fue confirmada por radares aliados.
El incidente desató inmediatas preocupaciones sobre la posibilidad de que el proyectil pudiera haber caído en territorio polaco, lo que activó una operación de búsqueda de restos en la zona de Hrubieszów, con la participación de 200 agentes de policía equipados con drones. Esta localidad se encuentra en el este de Polonia, cerca de la frontera con Ucrania.
En respuesta a este suceso, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, convocó una reunión de la Asamblea Nacional de Seguridad. En dicha reunión estuvieron presentes altos mandos militares y el embajador polaco ante la OTAN. Posteriormente, Duda mantuvo una conversación en línea con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Ucrania bajo intenso ataque
Mientras tanto, Ucrania ha experimentado una oleada masiva de ataques con misiles y drones, según ha reportado su Fuerza Aérea. Más de 160 proyectiles fueron contabilizados, de los cuales muchos fueron derribados. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó que Rusia llevó a cabo un ataque con cerca de 110 misiles, incluyendo diversos tipos de armamento como Kinzhals, S-300, misiles de crucero y drones. Este ataque resultó en al menos 16 muertos y más de 70 heridos.
El portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuri Ihnat, comentó que no se había presenciado una ofensiva tan intensa por parte de Rusia en mucho tiempo, describiéndola como una andanada que involucró diversos recursos de ataque aéreo, desde misiles balísticos hasta drones, dejando fuera únicamente los misiles Kalibr.
Estos acontecimientos acentúan la tensión en la región y subrayan la escalada de la crisis entre Ucrania y Rusia, lo que genera preocupaciones adicionales sobre la seguridad y la estabilidad en Europa Oriental.