Amat Escalante reconoce que su vínculo con Guanajuato, su hogar y la fuente de sus ideas para crear cine, podría describirse como «romántico». En una videollamada desde Cannes, Francia, donde recientemente recibió una ovación por su nueva película «Perdidos en la Noche», Escalante compartió: «Le tengo un profundo afecto a Guanajuato. Es una conexión algo romántica, quizás de inspiración». Si nos detenemos en los hechos, el adjetivo «romántico», con su connotación sentimental, no parece fuera de lugar: el estado de Guanajuato ha sido durante mucho tiempo el escenario de un elevado número de homicidios dolosos en México.
«Es muy triste lo que está pasando en todo México, y ahorita le está pasando a Guanajuato en particular: crecer en ese sentido, de forma negativa, en el rubro de la inseguridad»asegura.
A pesar de ese aspecto negativo, el director de renombre Amat Escalante, reconocido por sus películas «Heli» y «Los Bastardos» y galardonado como Mejor Director en festivales como Cannes y Venecia, no considera en este momento mudarse a lugares como Los Ángeles. La razón radica en que tanto él personalmente como su trabajo cinematográfico no han sufrido las consecuencias de la inseguridad que ha afectado a muchas personas.
Escalante ha optado por quedarse en Guanajuato, su lugar de inspiración, a pesar de la problemática situación de violencia en la región. Su decisión se basa en el hecho de que tanto él como su carrera han logrado mantenerse al margen de los efectos negativos de la inseguridad hasta el momento.
«La verdad es que fue muy placentero el proceso de hacer la película. Nunca sentí inseguridad en ese sentido. Sabemos todos que en México la cuestión de la inseguridad es relativa y si tienes mala suerte, puedes tener muy mala suerte», dice.
«Trabajo de una forma artesanal, creo, si me puedo comparar con colegas, cineastas. Me apoyo mucho en gente cercana a mí y mi lugar local. Es hasta ahora lo que he hecho», agrega.
Perdidos en la noche
La película «Perdidos en la Noche», el quinto largometraje de Amat Escalante, tuvo el honor de representar a México en el Festival de Cannes, aunque fuera de competencia. La mayor parte de la película fue filmada en locaciones de Guanajuato.
A través del personaje de Emiliano, interpretado por Juan Daniel García Treviño, Escalante explora temas como las desapariciones forzadas, la búsqueda de justicia, la inacción de las autoridades y la explotación de los recursos nacionales por parte de empresas extranjeras. Estos temas resuenan en un país con más de 100,000 desaparecidos.
El director menciona que uno de los motivos inspiradores detrás de «Perdidos en la Noche» fue el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Esta tragedia conmocionó a México y generó una serie de protestas y cuestionamientos sobre la situación de los derechos humanos en el país.
Con esta película, Escalante busca reflexionar sobre problemáticas sociales y políticas urgentes, y dar voz a aquellos que han sido afectados por la violencia y la impunidad en México.
«Hay muchos casos, pero uno de los más claros, importantes y conmovedores es el de 2014, el de los 43 desaparecidos, que eran activistas, que iban a protestar, a buscar justicia, en lo que ellos creían.
«Y haber sido eliminados de esa forma tan brutal y rara, que la violencia haya llegado a esos niveles, me cambió la percepción de cómo estaba la situación. Todos estábamos concientes (de la violencia), pero llegar a ese nivel masivo fue un punto de quiebre».
Explora nuevas dimensiones
Reconocido por su enfoque de trabajar con actores no profesionales, Amat Escalante experimentó un nuevo nivel en su carrera con este proyecto. Además de colaborar con Juan Daniel García Treviño (conocido por su participación en «Ya No Estoy Aquí»), tuvo la oportunidad de trabajar con Bárbara Mori (protagonista de «Rubí») y Ester Expósito (reconocida por su papel en «Élite»).
Escalante admite que experimentó un cambio de mentalidad entre 2018 y 2021, período durante el cual dirigió algunos episodios de la serie «Narcos: México». Este giro peculiar en su carrera le permitió explorar otro perfil y ampliar su horizonte creativo.
«La verdad es que fue muy placentero el proceso de hacer la película. Nunca sentí inseguridad en ese sentido. Sabemos todos que en México la cuestión de la inseguridad es relativa y si tienes mala suerte, puedes tener muy mala suerte», dice.
«Trabajo de una forma artesanal, creo, si me puedo comparar con colegas, cineastas. Me apoyo mucho en gente cercana a mí y mi lugar local. Es hasta ahora lo que he hecho», agrega.