Debido a su próspero desarrollo económico, se prevé que este año se destinen más de nueve mil millones de pesos a Quintana Roo a través de financiamientos otorgados por Bancomext, en su mayoría dirigidos al sector turístico mediante inversiones y reinversiones. Ricardo Morales, director de intermediarios financieros de Bancomext, señaló que la meta total de colocación para el sistema de fondeo y garantías en este año es de aproximadamente 60 mil millones de pesos, de los cuales al menos el 15% se destinaría a la entidad.
«Contamos con un representante estatal que nos ayuda a canalizar los recursos a través de intermediarios, además de nuestras operaciones directas que brindan apoyo al sector hotelero, náutico y gastronómico, impulsando así el destino», agregó Morales. El sector turístico, debido a su dinamismo, representa más del 30% de los financiamientos otorgados, con plazos de hasta 20 años y la opción de solicitarlos en pesos o dólares, lo cual lo hace aún más atractivo y brinda un sólido respaldo al sector hotelero en Quintana Roo.
El ritmo de colocación registra un crecimiento anual del 10%, lo cual es muy positivo ya que impulsa nuevas inversiones, especialmente en la construcción y ampliación de hoteles. Todo esto se logra a través de productos financieros adaptados a las necesidades de los empresarios.
En 2020, se implementó un programa de refinanciamiento para mitigar el impacto de la pandemia, lo cual permitió que la cartera vencida fuera prácticamente inexistente, ya que se ampliaron los plazos de los créditos, reduciendo así el riesgo crediticio.
Recientemente, se ha ampliado la línea de crédito de una empresa de financiamiento, lo que se espera que facilite la colocación de más de dos mil millones de pesos en la región sureste para el sector empresarial. Esto busca impulsar aún más el crecimiento económico de la zona, especialmente con los proyectos generados por el Tren Maya.
De acuerdo con las estadísticas del Banco de México (Banxico), en la región sur del país, donde se encuentra Quintana Roo, en 2022 el 46% de las empresas tenían algún tipo de deuda o financiamiento, mientras que el 17% había adquirido créditos nuevos.