EL ISSSTE SE convirtió en el “botín” de los “machucones” de los servicios de “Ayudantía” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sin que éste esté enterado de que sus “enemigos” los tiene en casa.
Controlan la compra y venta de medicamentos, la operación de farmacias y la rehabilitación de hospitales, pero sobre todo, los jugosos servicios integrales de laboratorios, que incluyen su equipamiento.
En la punta de esta estructura está Almendra Ortiz, quien por esas raras cosas de la vida, le regresó a su jefe, Daniel Asaf, la posición, para asumir la Dirección de Administración y Finanzas del ISSSTE.
Ortiz, que llegó al instituto el 14 de diciembre de 2021, como pieza estratégica de Palacio Nacional, hizo mancuerna inmediatamente con Thalía Lagunas, entonces Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda.
Lagunas fue Directora de Análisis de la Cuenta Pública en la Auditoría Superior de la Federación entre 1983 y 1996 y posteriormente Directora General Adjunta de la Unidad de Programación Presupuestaria de Evaluación en la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa del DF de 1996 a 1997.
De 1997 a 2003 fue Subsecretaria de Egresos de la Secretaría de Finanzas del DF cuando el regente era Andrés Manuel López Obrador; empezó en el cargo con Carlos Urzúa y lo terminó con Gustavo Ponce.
Almendra y Thalía neutralizaron y terminaron aplastando al director general, Pedro Zenteno, quien tras dos años con el bastón pero sin el mando del ISSSTE, terminó siendo sustituido por Bertha Alcalde Luján.
La estructura creada meses atrás para controlar los lucrativos negocios del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, se complementó con otros funcionarios de menor rango, pero eficaces operadores de ese clan.
Apunte a Reyna Basilio, Carlos Mercado, José Trejo, Alejandro Martín Orozco y Humberto Tello.
Reyna tiene un largo historial dentro del gobierno de la CDMX, donde por cierto fue inhabilitada por malos manejos en el Metro; no obstante, eso no le impidió ocupar posiciones en Pemex, bajo las órdenes de Octavio Romero, y la Secretaría del Bienestar, que comanda Ariadna Montiel.
Actualmente es ni más ni menos que la Subdirectora de Infraestructura del ISSSTE, desde donde opera con Mercado y Trejo, miembros del equipo de Thalía, un sistema de casetas de cobro para la autopista de los servicios integrales de laboratorio.
Los ganones siguen siendo los mismos proveedores de siempre, más otros que se han incorporado para simular competencia o despistar con la sustitución de los inhabilitados del “Cártel de los Chupasangre”.
Hablamos de Falcon y Químicos y Reactivos, de Noe Ramírez; Tecnología y Sistemas, de Antonio Nava; Vitalmex, de Jaime Cervantes; Dicipa, de Francisco Pallard, y Laboratorios San Angel, de Arturo Aguinaga.
Asimismo, Selecciones Médicas, de Fármacos Especializados, de José Antonio y Francisco Pérez Fayad, y KBN Medical, Casa Plarré y Biossman de Adrián Cervantes, entre otros más.
Ortiz, que no solamente colaboró con Thalía en materia de servicios integrales, ha tenido una importante influencia también en las asignaciones directas para las obras en hospitales y compra de insumos para la salud.
Lo ha hecho a través de su pareja Orozco, otro miembro de la Ayudantía, bajó las órdenes de Asad, y con Tello, dueño de Pentamed y Dankel, hoy de los principales distribuidores de medicamentos para la 4T.
A esta mafia y clan habrá de enfrentarse, ahora, Bertha Luján, una abogada con especialidad en Derecho Penal, que viene antecedida de fama de incorruptible.
POR CIERTO QUE la Secretaría de Hacienda, que comanda Rogelio Ramírez de la O, ya le puso número a la casa a los dos primeros hospitales que el gobierno de la 4T va recomprar y que se operaban bajo la fórmula de Asociaciones Público Privadas. Se trata del Hospital General de Tapachula, en Chiapas, y el Hospital General Bahía de Banderas, en Nayarit. Ambos son del IMSS, que dirige Zoé Robledo, y estaban siendo operados en sociedad con Prodemex, la constructora de Olegario Vázquez Aldir. Este par de nosocomios, asignados en el gobierno de Enrique Peña, poseen 180 camas en el caso de Tapachula y 144 en el de Nayarit, su concesión era a 25 años y el remanente de vida que aún tenían era de 18 años. El monto a pagar para revertir la APP fue con avalúo de negocio en marcha y considerando flujos libres de impuestos. Quedan siete hospitales más del IMSS, ISSSTE y de la Secretaría de Salud.
GRUPO PRODI Y Mota Engil, de José Miguel Bejos, recibieron autorización de los reguladores españoles para tomar el control de Duro Felguera, sin necesidad de lanzar una Oferta Pública de Adquisición. La autoridad bursátil de ese país dio el aval en el último paso para rescatar financieramente a esa compañía especializada en proyectos llave en mano y en la prestación de servicios en los sectores energéticos e industriales. La firma que dirige Jaime Argüelles recibió en diciembre una inyección de 90 millones de euros, recursos con los que la familia Miguel se hizo del 55% del capital: Prodi con 31% y Mota Engil con un 24%. De los primeros proyectos en los que Duro Felguera se involucrará en México es en el reposicionamiento de la planta de ciclo combinado Jorge Luque de la Compañía Generadora Fénix, producto de la alianza entre Mota Engil México y el Sindicato Mexicano de Electricistas.
LOS HERMANOS LUIS y Mauricio Amodio acaban de lograr la reestructura financiera de uno de sus principales negocios. Se trata de El Río Country Club en Guadalajara, Jalisco. La Jueza Cuarto de Distrito en Materias Administrativa, Civil y de Trabajo en ese estado aprobó el convenio concursal presentado por el desarrollo y el 66% de sus acreedores. Apunte entre otros a Dalux, Tierras de México, Constructora Varazze y Consorcio Agropecuario La Primavera. Se van a refinanciar algo así como mil 450 millones de pesos. Con ello se da pie para que los dueños de OHLA puedan continuar invirtiendo en ese complejo, que incluye un centro comercial, escuelas y universidades en adición al Instituto Panamericano de Estudios Superiores IPADE, y el Club de Golf que ya se encuentran operando.
AL EX GOBERNADOR chiapaneco Manuel Velasco difícilmente lo verá integrado a un eventual gabinete de Claudia Sheinbaum, si es que la candidata de Morena gana las próximas elecciones presidenciales de junio. El político del Partido Verde Ecologista ya pidió quedarse mejor en el Senado. Y no es para menos: Velasco está incursionando con mucho éxito en el mundo del espectáculo. El año pasado se convirtió en el dueño del grupo RBD, concepto creado por el productor Pedro Damián. De hecho el avezado joven fue quien organizó la última gira por México y Estados Unidos que resultó un lucrativo negocio, tras quedarse con todos los derechos de Dulce María, Maité Perroni, Alfonso Herrera, Christopher Uckermann, Christian Chávez y por supuesto Anahí. Habrá RBD para mucho rato.