En respuesta al reciente incidente ocurrido el pasado lunes, donde un vagón del Tren Maya se descarriló en Tixkokob, estado de Yucatán, surge la necesidad de examinar las circunstancias que rodean este suceso y sus implicaciones dentro del contexto político y de infraestructura nacional.
El medio LatinUs fue el primero en dar a conocer que la empresa responsable del tramo afectado es Grupo Indi, una entidad que ha sido destacada como el constructor preferido por los gobiernos de Claudia Sheinbaum y del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Según los informes proporcionados por LatinUs, Grupo Indi ha obtenido contratos por un valor aproximado de 66 mil millones de pesos, otorgados por las administraciones de ambos políticos de Morena durante los últimos años.
De manera relevante, el periodista Carlos Loret de Mola reveló que estos contratos a favor de Grupo Indi han sido posibles gracias a la influencia de un personaje clave: Luis Francisco Deyá Oropeza, actual subsecretario de Obras y Servicios en la Ciudad de México. Deyá Oropeza ha alternado entre el sector público y el consorcio constructor en varias ocasiones, siendo parte fundamental en la adjudicación de contratos para Grupo Indi.
En un análisis detallado, se destaca que en el año 2020, mientras Deyá Oropeza estaba involucrado en proyectos relacionados con Grupo Indi, Fonatur entregó al consorcio la construcción del tramo 3 del Tren Maya, con una extensión de 172 km que conecta Campeche y Yucatán. Es importante mencionar que el incidente ocurrido en la estación Tixkokob representa el mayor contratiempo desde la inauguración del proyecto en diciembre de 2023.
Asimismo, se revela que en el año 2021, Grupo Indi y otras empresas recibieron un contrato por más de 36 mil millones de pesos de Fonatur para la adquisición de trenes y sistemas ferroviarios, mientras Deyá Oropeza continuaba su vinculación con el consorcio constructor.
En enero de 2022, Deyá Oropeza retornó a la función pública como director de Desarrollo del Tren Maya, para luego incorporarse al equipo de Sheinbaum como subsecretario de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de México. Su participación en la formación del consorcio Azvindi Ferroviario, junto con el grupo español Azvi, para la construcción del tramo 3 del Tren Maya es destacable, pues dicho consorcio habría establecido relaciones comerciales con proveedores vinculados a Amílcar Olán, íntimo amigo de los hijos de AMLO, quien ha sido beneficiado con contratos millonarios en proyectos emblemáticos de este gobierno.
Según la información presentada por LatinUs, Amílcar Olán se ha convertido en el principal proveedor de balasto para el Tren Maya gracias a la intervención de Gonzalo López Beltrán, hijo del Presidente y líder de «El Clan», una red de influencias y negocios que controla contratos y proveedores dentro del proyecto del Tren Maya.
En conclusión, este incidente del Tren Maya y las revelaciones sobre las conexiones políticas y económicas que lo rodean plantean interrogantes sobre la transparencia y la equidad en la adjudicación de contratos en proyectos de infraestructura de gran envergadura. Es imperativo que las autoridades competentes investiguen a fondo estas acusaciones y tomen medidas para garantizar la integridad y la eficiencia en la ejecución de proyectos de desarrollo nacional.