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    OpiniónDescansa en paz, Rubén Olmos Rojas: CiudadAna

    Descansa en paz, Rubén Olmos Rojas: CiudadAna

    Opinión

    Hoy  a las 19:00hrs. es la misa de Rubén Olmos Rojas, mi familia y yo acompañaremos en la Iglesia de la Zona hotelera a nuestros queridos Bonny y Rubén Olmos hijo; Me parte el corazón  pensar en lo que han sufrido el Gallo y su mamá, no dejo de tenerlos presente, me angustia lo que están viviendo… esa  dolorosa  y bizarra etapa en la que los seres humanos cohabitamos cuando nos deja un ser querido, esa penumbra emocional que parece no tener fin.

    Mi papá Jorge ‘Pama’ y Rubén se conocieron en la Universidad,  a finales de los 60´s en la Ciudad de México, anécdotas tuvieron muchas… una de mis favoritas, cuando nos la contaban se sonrojaban de la risa, describe que en múltiples ocasiones Rubén se dirigía  a mi papá públicamente, diciéndole que era el ‘sex symbol’ de su generación, quienes los conocieron, saben perfecto lo bromista que era Rubén y que nada se alejaba más a lo prudente, discreto y educado que era mi papá, quien al escucharlo no paraba de reír.

    Desde mi perspectiva Rubén fue un señor que a nuestra comunidad le aporto mucho, como empresario con el restaurante de Chichen, con las heladerías de Plaza Flamingos y de Isla Mujeres, como parte del comité directivo del Grupo Oasis, pero especialmente como miembro de una familia muy amada por nuestra comunidad.

    Al Gallo, se que sus amigos Christian Lavalle, Daniel Cerda y Rodrigo Mayor no lo van a dejar, lo van a respaldar y estarán con el cada minuto, son sus incondicionales, sus hermanos de corazón; ni que decir de su amada esposa Susan, de sus hijos Joshua y Sofía  Elena.

    A Bonny, a mi querida tía Bony la arropo con  cariño, la abrazo a la distancia,  le deseo que sea fuerte,  que tenga paz y que recuerde todos los grandes momentos que nos han hecho convertirnos en familia, desde las comidas de los sábados, la complicidad por la literatura y los ‘outfits’,  hasta los ‘afters’ con vinito rosado en mi casa. Bony, mi querida Bony, un día volveremos todos juntos a brindar, con un ‘vals quinceañero de fondo’ nos sentaremos a la mesa y podremos departir como en los viejos buenos tiempos, con  Rubén y mi papá.

    Descansa en paz Rubén Olmos, tu adorada comadre Margaret y yo cuidaremos de los tuyos, que también son los nuestros.

    Por: Ana Hernández

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