Si en 2020 la economía no crece al menos 1.1%, el ahorro no alcanzará y serán necesarios recortes adicionales al gasto, advirtió México Evalúa.
A través de los Números de Erario, su instrumento de análisis de finanzas públicas, el centro de pensamiento examina el Paquete Económico 2020 y describe qué sucedería si no se llega a la meta del 2% de crecimiento de la economía.
México Evalúa calcula tres escenarios que toman en cuenta diferentes estimaciones de crecimiento económico y aumento de la plataforma de exportación de crudo. En dos de ellos (crecimiento de 1% y 0.8% del PIB), se vería comprometida la provisión de los servicios públicos prioritarios para la ciudadanía.
El análisis advierte, además, que en el Paquete 2020 la actual administración destina 402 mil millones de pesos a programas de subsidios que se mantienen sin Reglas de Operación, lo que pone en riesgo su eficacia, impide su evaluación y abre una puerta para la corrupción.
El reporte revela que el Paquete Económico 2020 es poco realista al proponer un crecimiento económico del 2%, en contraste con diversos especialistas e instituciones internacionales, así como con los datos económicos observados durante este año.
Para conocer las implicaciones de esta estimación poco realista, México Evalúa calculó qué tan sensible es el ingreso por recaudación de IVA e ISR ante variaciones en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Si el PIB se reduce en un punto porcentual, es decir, crece 1.9% en lugar de 2%, se perderían 27,668 mil millones de pesos (mmdp) en recaudación. Ante este escenario, los ingresos faltantes se podrían compensar con los recursos disponibles en el Fondos de Ingresos Presupuestarios (FEIP) que cuenta con 244 miles de millones de pesos. Sin embargo, dichos fondos son finitos: si se crece sólo 1.1% o menos, los ahorros disponibles no serían suficientes para compensar el ‘hueco’, por lo que se harían nuevos recortes o aumentaría el endeudamiento.
Además, se sigue apostando por el rescate de Pemex presionando las finanzas públicas. “Del total de inversión física pública, 49% es para Pemex. Es decir, de cada 100 pesos que el gobierno invierte, 50 son para Pemex, tres pesos para salud, dos para a educación y sólo cuatro centavos para agua. Se debe replantear las prioridades de gasto del gobierno”, señaló Edna Jaime, directora general de México Evalúa.
“Con todo, detectamos un gran acierto del presupuesto: el aumento en la plataforma de exportación de petróleo –los miles de barriles que pone en el mercado de exportación–, en relación a lo previsto inicialmente por Hacienda. Es una decisión racional que nos permite esperar mayores ingresos petroleros”, explicó Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público de México Evalúa. Para 2020 se plantea una plataforma de exportación de 1,134 mbd, 2% mayor que la de 2019, que alcanzó 1,115 mbd.
Los Números de Erario revelan, en general, una composición del gasto incapaz de impulsar al crecimiento. La inversión física disminuye 5.4%, en relación con el presupuesto de 2019. Eso impacta directamente en el crecimiento del país y, por tanto, en la recaudación.
Además, el análisis alertó que el 45% recursos que tiene el gobierno, después hacer sus pagos obligatorios, se va a ir a Programas sin Reglas de Operación (ROP), que no están obligados a regular su diseño, mientras que en 2019 fue de 40%. “Eso nos preocupa —dijo Edna Jaime—, porque de entrada no se le exige al ejecutor del gasto que defina un compromiso de operación e impacto que después le pueda ser exigible. Esto diluye la rendición de cuentas y eleva el riesgo de que los dineros sean usados para el control político en su formato más común, pero no único: la compra de votos”.
En 2020 la bolsa para los subsidios sin reglas de operación asciende a 402 mil millones de pesos. Una mayor distribución del gasto hacia este tipo de programas es signo de signo de que continuará la discrecionalidad y queda en entredicho la seriedad de la nueva política social.