Alltournative celebró la novena edición del Hanal Pixán del 1 al 4 de noviembre, bajo un manto de misticismo, en el cual, más de mil personas en total se dieron cita en el majestuoso ‘Cenote de la Vida’ para disfrutar de un performance artístico a cargo del Museo Frida Kahlo Riviera Maya, así como de la privilegiada voz de Kenia Brown.
Visitantes locales, nacionales y extranjeros se dieron cita para recorrer los altares montados por las familias habitantes de la comunidad maya de Tres Reyes, visitar el cementerio local y atestiguar la ceremonia profesada por un chamán para honrar a los fieles difuntos que llegan de visita, llenando los corazones de alegría.
Hanal Pixán, tradición maya que perdura
El hanal pixán, o comida de las ánimas, es una tradición del pueblo maya que se lleva a cabo para recordar de una manera especial a los amigos y parientes que se adelantaron en el viaje eterno.
Es un acontecimiento especial para los deudos de los difuntos, pues saben que, en estos días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas ‘reciben permiso’ para visitar a sus familiares.
El primer día se dedica a los niños y le llaman u hanal palal. El segundo día, está dedicado a los adultos muertos y le llaman u hanal nucuch uinicoob, y el tercer día es el u hanal pixanoob llamado en algunos lugares misa pixán, porque ese día se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población.
La tradición incluye varios ritos, pero el principal consiste en poner una mesa como altar, alumbrada con velas de cera, debajo de los árboles del patio y cerca de las sepulturas de los familiares, donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, pibes o mucbipollos, jícamas, mandarinas, naranjas, xec (mezcla hecha con naranja, mandarina, jícama y otras frutas, así como chile molido), dulce de papaya, coco y pepita, tamales de x’pelón, vaporcitos, balché (bebida embriagante que se hace con la corteza de un árbol que se llama así), pan dulce y jícaras de sabroso tan-chucuá (atole que se fabrica con masa de maíz, cacao, pimienta y anís). Todo eso adornado con veladoras, flores, ramas de ruda y las fotografías de las personas fallecidas.