Tras el segundo debate presidencial, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), emerge con un renovado ímpetu y confianza. La oposición ha expresado un marcado optimismo respecto al desempeño de Gálvez en este encuentro, resaltando su mejoría en cuanto a confianza, desenvoltura y eficacia en los ataques hacia sus contrincantes.
Desde el análisis postdebate, la candidata no solo ha recibido elogios por su actuación, sino que se ha observado un cambio de actitud entre los integrantes de la coalición, convencidos de que los errores del pasado han quedado atrás. En particular, Gálvez ha sido elogiada por su autocrítica previa al debate, expresando su disposición a desechar las restricciones que sentía en debates anteriores, desde su vestimenta hasta las asesorías sobre su imagen.
El respaldo hacia Gálvez se ha reflejado en diversos sectores de la oposición, con líderes destacados como Santiago Taboada y Alejandro Alito Moreno respaldando su candidatura. El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, ha catalogado la victoria de Gálvez como «contundente», compartiendo una encuesta posdebate que refleja un aumento en la intención de voto hacia la candidata.
Ildefonso Guajardo y Enrique de la Madrid, parte del equipo de asesores de Gálvez, han destacado su habilidad para contrastar con su oponente, a pesar de la percepción desafiante que representa el gobierno actual. Esta narrativa de combate ha sido celebrada dentro del equipo de campaña de Gálvez, con figuras como Kenia López Rabadán y Santiago Creel expresando su optimismo respecto al desempeño de la candidata.
Impacto de los Debates
El análisis de expertos coincide en que, si bien los debates no suelen cambiar drásticamente las tendencias de voto, sí tienen un impacto en la moral de las bases de apoyo. Específicamente, en el caso de la oposición, el refuerzo del ánimo de los votantes se considera crucial dada la batalla por el Congreso y las gubernaturas en juego.
A pesar de este impulso, los analistas advierten que aún es prematuro hablar de un cambio significativo en la contienda, destacando la ventaja que mantiene Sheinbaum según las encuestas. Sin embargo, el hecho de que no haya certeza total en los resultados es considerado positivo para la democracia, al mantener viva la competencia electoral.
En resumen, el desempeño de Xóchitl Gálvez en el segundo debate presidencial ha generado un renovado optimismo dentro de la oposición, impulsando su campaña y reforzando la confianza en sus posibilidades electorales. Aunque aún queda camino por recorrer, el cambio de actitud y el respaldo recibido indican un nuevo impulso para la candidata en la recta final hacia las elecciones.