Durante la noche, Ucrania llevó a cabo ataques con drones contra tres importantes refinerías de petróleo ubicadas en el interior de Rusia, según informó una fuente militar ucraniana este miércoles. Estos ataques se producen en un momento en que Kyiv intensifica sus acciones transfronterizas, coincidiendo con la anticipada reelección del presidente ruso Vladimir Putin.
La fuente militar destacó que estos ataques forman parte de una estrategia meticulosamente planificada para debilitar el potencial económico de Rusia. Las refinerías afectadas se encuentran en las ciudades de Ryazan, Kstovo y Kirishi, y son reconocidas como algunas de las instalaciones más grandes de Rusia en el sector de refinación de petróleo.
Además, se informó sobre un cuarto ataque a la refinería Novoshakhtinsky, en la región de Rostov del Don, aunque Ucrania aún no ha confirmado su responsabilidad en este incidente.
Andrii Yusov, representante de la Inteligencia de Defensa de Ucrania, aludió a la naturaleza militar de estas instalaciones, destacando que su inactividad resultaría en complicaciones para los planes enemigos y proporcionaría ventajas estratégicas adicionales para las fuerzas defensoras ucranianas.
Estos ataques representan el segundo día consecutivo de acciones contra infraestructuras energéticas rusas, siendo parte de una serie de ataques transfronterizos en territorio ruso. El objetivo declarado por fuentes ucranianas es privar a Rusia de recursos vitales y reducir su capacidad de abastecimiento en el contexto del conflicto en curso.
Las tensiones en la región aumentaron aún más con informes de incursiones en la aldea de Tyotkino, en la región rusa de Kursk, por grupos de combatientes proucranianos. Estos incidentes, que aparentemente resultaron en la toma de control de la aldea, contribuyen a la escalada de las hostilidades en la región fronteriza.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado la destrucción de numerosos drones ucranianos durante estos ataques, respaldando las afirmaciones de Kyiv. Mientras tanto, las autoridades rusas reportaron incendios y daños en las refinerías atacadas, así como en otras instalaciones de energía y combustible.
Estos eventos coinciden con un período crítico en la política rusa, ya que el país se prepara para las elecciones presidenciales, donde se espera que Vladimir Putin asegure un quinto mandato. La comunidad internacional observa de cerca la situación, con especial atención al impacto de estos ataques en el panorama político interno de Rusia y en el desarrollo del conflicto en la región.