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Raquel Buenrostro Sánchez, quien se desempeñaba como Oficial Mayor de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), pasará a ser la nueva titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Anterior a Buenrostro, Margarita Ríos-Farjat fue la directiva del SAT, sin embargo la eligieron como nueva Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por su parte, Thalía Lagunas Aragón quedará en la Oficialía Mayor.
Durante el anuncio, Obrador calificó a Buenrostro como una mujer preparada, trabajadora y honesta. Incluso ha sido nombrada mano derecha del mandatario mexicano.
“He decidido nombrar a Raquel Buenrostro Sánchez para el SAT. Ella va a ser la directora del SAT. Hizo muy buena labor en este año porque descuidamos cómo para de la estrategia de austeridad concentrar las compras de todo el gobierno en la Oficialía Mayor”, dijo.
Preparación, la clave
La nueva titular del SAT es egresada de la licenciatura en Matemáticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y realizó una Maestría en Economía en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Estudió un posgrado en Economía en el Colegio de México (Comex), donde Carlos Urzúa fue su profesor.
Antes de terminar con sus estudios de doctorado, se incorporó a la administración pública. Inició en un puesto medio en el gobierno de la Ciudad de México cuando López Obrador era jefe de Gobierno.
Cuando Urzúa fue secretario de Finanzas en la capital, Buenrostro ocupó la dirección de Política Fiscal y logró incrementar la recaudación del impuesto predial y comenzó sus primeras licitaciones.
También fue titular de la Dirección General de Innovación y Calidad, de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Luego pasó a la Dirección de Administración de la Secretaría de Turismo. Después fue gerente de Planeación y Desarrollo de Pemex.
Durante su desempeño en la Oficialía Mayor de hacienda, se encargó de tomar decisiones en la política de austeridad.
Además en los primeros meses del gobierno se dedicó entre otras cosas, a la liquidación del Consejo de Promoción Turística de México para que los recursos del programa se destinaran la construcción del Tren Maya.
En diciembre del 2018 compró sin licitación 612 autotanques, con un costo cercano a los 100 millones de dólares según Pemex, que el Gobierno federal empleó como parte de su estrategia para combatir el robo de combustibles.
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