Durante más de 48 horas, los sistemas de validación de aduanas experimentaron fallas, lo que resultó en la suspensión de las operaciones internacionales. Aunque las actividades se reanudaron recientemente, el reinicio estuvo marcado por una serie de quejas debido a retrasos, lentitud, largas filas de vehículos de carga y una falta de información oficial sobre la causa de las problemáticas. El Servicio de Administración Tributaria (SAT), responsable de estos sistemas, atribuyó las interrupciones a una «actualización», asegurando que las actividades ya han vuelto a la normalidad. Sin embargo, agentes aduanales y representantes del sector comercial expresaron su descontento ante la falta de claridad y preparación por parte del SAT o la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).
Fernando Ramos Casas, presidente del Consejo Marítimo Portuario, denunció la opacidad en el sistema aduanal y criticó la gestión de la situación por parte del SAT. Por otro lado, Héctor Tejada, presidente de Concanaco, señaló las graves pérdidas sufridas por las empresas mexicanas, especialmente en el sector del autotransporte de carga, debido a la congestión en los pasos fronterizos y la paralización de mercancías, muchas de las cuales son perecederas.
En Matamoros, la situación se complicó aún más, exponiendo a los operadores a la delincuencia. Javier Saldívar Guerrero, delegado de la Canacar en Matamoros, informó sobre incidentes de robos, asaltos y extorsiones, particularmente para aquellos que se desplazaron a Reynosa.
La Aduana de Laredo, uno de los puntos de entrada más importantes, enfrenta una demora estimada de hasta cinco días para reducir la saturación. Este retraso afecta significativamente el flujo de comercio entre Estados Unidos y México, ya que por el Puente Laredo transitan diariamente entre 18 mil y 20 mil tráileres, representando aproximadamente el 40% del comercio bilateral.
Zelina Fernández, directora del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), manifestó que las 270 empresas asociadas han experimentado impactos negativos debido a estas disrupciones. Aunque aún es temprano para calcular las pérdidas exactas, Fernández enfatizó que los retrasos, almacenajes, incumplimientos y demoras están afectando significativamente el comercio exterior.
Los problemas en los sistemas aduanales han generado una situación crítica para el comercio internacional entre México y Estados Unidos, causando retrasos significativos, pérdidas económicas y exponiendo a los operadores a riesgos de seguridad. Es crucial que las autoridades responsables, como el SAT y la ANAM, tomen medidas para prevenir futuras interrupciones y brinden transparencia y comunicación adecuada a los actores involucrados en el comercio internacional.