Durante la madrugada de este viernes, un temblor de magnitud 2,2 se sintió en varias áreas de Nueva York y Nueva Jersey, según informó el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
El sismo tuvo lugar a las 2:00 a.m. en el noroeste de Yonkers y a lo largo del río Hudson en Nueva York, extendiéndose también hasta Nueva Jersey, como señaló Randy Baldwin, geofísico del Centro Nacional de Información del USGS en Golden, Colorado.
El USGS recibió alrededor de 200 informes en su página web de personas que sintieron el movimiento, siendo la mayoría de ellos reportados dentro de un radio de 25 km desde el epicentro, según mencionó Baldwin. Él explicó que experimentar varios sismos al mes y en diferentes lugares aleatorios es bastante común.
No existieron daños
La oficina del comisionado de bomberos de Yonkers confirmó que, aunque recibieron algunas llamadas, en su mayoría se trataba de ruido, y una persona llamó reportando un supuesto transformador quemado. Aunque se envió personal al área, no se encontraron heridos, según confirmó el portavoz del Departamento de Bomberos de Yonkers. En cuanto a Hastings-on-Hudson, la secretaria de bomberos Jean Schnibbe mencionó a CNN que no recibieron llamadas relacionadas con el sismo.
Baldwin indicó que el sismo fue breve y probablemente solo fue sentido por los residentes que estaban allí durante la noche. La mayoría de los terremotos en el noreste son de baja intensidad, y el sismo más fuerte en los últimos tres meses fue de magnitud 3,8 en Buffalo, Nueva York, el 6 de febrero, según explicó Baldwin. Se espera que no se produzcan daños significativos hasta que el sismo alcance una magnitud de alrededor de 4. Baldwin añadió que si hubo daños en el área metropolitana de Buffalo, probablemente fueron leves, como algo que se cayó de un refrigerador.
Los sismos en el noreste de EE.UU. son difíciles de predecir debido a su tamaño y pueden ocurrir de manera aleatoria, según indicó Baldwin. También mencionó que es raro que ocurran en áreas densamente pobladas de la región noreste, ya que las líneas de falla generalmente no se detectan, ya que se encuentran bajo tierra y los sismos simplemente ocurren.
En los últimos seis meses, el USGS ha registrado alrededor de 100 terremotos, en su mayoría de menor magnitud, en el noreste de EE.UU., que se extienden hasta Canadá, a través de Quebec y hacia el área de Nueva Escocia, según Baldwin.