“TELMEX YA NO es negocio”
La situación financiera pincelada por Carlos Slim Helú es de pérdidas significativas. Según dice, ha registrado pérdidas durante la última década.
El magnate argumenta que se deben a una política regulatoria que eliminó el cobro de larga distancia y obligó a Telmex a permitir que terceras empresas utilicen su red para comercializar sus paquetes de servicios.
Las pérdidas contrastan con las ganancias que las empresas del Grupo Carso han obtenido de diversos contratos en el durante el sexenio de la Cuarta Transformación.
Las compañías de Slim han experimentado un crecimiento del 38% en sus ingresos entre 2018 y el cierre de 2023, alcanzando entre 60 mil y 70 mil millones de pesos, a través de contratos gubernamentales.
El dueño de América Móvil se queja de que su negocio de proveeduría de internet fijo ya no es lucrativo, pero otra de sus compañías tecnológicas que le está dando muchos dividendos es Scitum.
En 2022 firmaron un acuerdo con la Guardia Nacional para para coordinar ejercicios simulados de crisis cibernética, con la participación de integrantes de equipos de respuesta nacionales e internacionales.
Telmex también fue contratada por la Secretaría de la Defensa Nacional para instalar sistemas de cableado de fibra óptica y equipos de ciberseguridad en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Slim se lamenta que el Instituto Federal de Telecomunicaciones no le garantiza “piso parejo” para competir en los servicios de la televisión, rubro en el que ha intentado infructuosamente ingresar.
El dueño de Telmex lleva seis sexenios, desde el gobierno de Ernesto Zedillo, hasta este de Andrés Manuel López Obrador, tratando de modificar la regulación del sector de telecomunicaciones.
Así que mientras Slim habla de las pérdidas de Telmex, las cifras generales de los beneficios que sus otras empresas en nuevos sectores como el petróleo y la infraestructura, plantean otro escenario.
Y es un hecho que el inquilino de Palacio Nacional ha aceitado su máquina de generación de nuevo dinero.
FRENTE A LA enésima degradación de calificación de la deuda de Pemex, que ya es considerado papel chatarra, otraaaaa vez el Presidente Andrés Manuel López Obrador salió al rescate de la llamada “empresa productiva del Estado”. Y es que la eximió de Pagos de Derecho de Utilidad Compartida (DUC) y del Derecho de Extracción de Hidrocarburos, estímulo equivalente al 100% de lo que debe pagar por DUC y mediante el cual se busca proporcionar un respiro financiero a la compañía. Sin embargo, esta acción también ha generado preocupaciones, evidenciadas por la reciente rebaja de la calificación crediticia de Moody’s de B1 a B3, acercándose peligrosamente al terreno de la «especulación de alto riesgo».
EN MEDIO DEL discurso sobre el aumento de salarios en el país, la realidad es que el poder adquisitivo ha venido a menos para muchos mexicanos. La encuesta del «Termómetro Laboral» de OCC, que lleva Ricardo Rodarte, revela que 61% busca un segundo empleo por los bajos salarios. La necesidad de ingresos adicionales para alcanzar metas financieras (20%) y pagar deudas (14%), refleja un panorama económico que contrasta con lo que quieren hacer ver con los aumentos en el mínimo. La búsqueda de estabilidad lleva a 26% a explorar opciones adicionales, mientras que 45% aún no cuenta con ingresos extras. Esta dualidad evidencia la complejidad de la situación económica, exigiendo una revisión integral para mejorar la calidad de vida.
LA DIGITALIZACIÓN DE servicios financieros ha transformado la manera en que los paisanos envían remesas a sus seres queridos en México. La reciente incursión de BanCoppel, que capitanea Julio Carranza, y Western Union, de Devin McGranahan, en el ámbito de las aplicaciones para el envío y pago de remesas, destaca la adaptación a la creciente penetración de smartphones. Este nuevo servicio permite a los usuarios depositar remesas en sus cuentas BanCoppel de forma fácil y segura desde sus hogares, alineándose con la creciente tendencia de operaciones bancarias a través de Internet en México. El año pasado 62% de los mexicanos utilizó el internet para realizar operaciones bancarias, subrayando la importancia de este nuevo servicio en la era digital.
LA POSIBLE INSTALACIÓN de una planta de producción de vehículos eléctricos de BYD en México, refleja su estrategia de expansión global y la búsqueda de un centro de exportación a Estados Unidos. Tras superar a Tesla en ventas, BYD México, que capitanea Zhou Zou, demuestra su objetivo de diversificación y captación de nuevos mercados. Este movimiento no solo destaca la creciente demanda de vehículos eléctricos, sino también la importancia estratégica de nuestro país como posible ubicación para atender al mercado estadounidense. La inversión propuesta en Brasil subraya el enfoque ambicioso de BYD en la consolidación de su presencia internacional y su contribución al crecimiento del sector de vehículos eléctricos.