Por Heriberto Villegas
Ya no hay audiencias cautivas. De manera acelerada, los medios informativos tradicionales (prensa escrita, radio y televisión) pierden su influencia y el control de las agendas informativas que otrora tuvieron de forma casi exclusiva. Hoy, al alcance de un clic, tenemos a nuestra disposición millones de contenidos para informarnos, divertirnos, educarnos o cualquier otro escaparate al ocio y al placer.
El principio darwiniano de adaptarse o extinguirse aplica como anillo al dedo a los medios de comunicación tradicionales, que, ante la avalancha informativa que inunda internet, ven cómo se diluye el poder que ejercieron (a veces despóticamente) durante años.
¿Recuerdas hace cuánto tiempo compraste un periódico para informarte? Probablemente no. Posiblemente, las futuras generaciones conozcan solo en museos este tipo de material informativo.
La reinvención (obligada) del cuarto poder
La marea del internet ha golpeado fuerte y ha desnudado a muchos comunicadores y empresas informativas que, acostumbrados a una lógica de dominancia, se habituaron a prácticas de manipulación o extorsión. El halago a cambio del “chayo”.
Los medios de comunicación han sido un elemento importante en la gobernabilidad y/o control de las masas; cercanos al poder político o económico, han figurado como un canal de transmisión clave con los ciudadanos/electores, pero ahora ya no con el “monopolio de la verdad”.
En su afán de adaptarse al nuevo entorno digital, periódicos, televisión y radio han tratado de adecuar sus contenidos a internet. Lo que dicta ahora las agendas informativas y la forma de comunicar y conectar con las audiencias es el deseo de penetrabilidad en las plataformas digitales. El “like” ante todo y por todo.
¿Será suficiente mudarse a las nuevas plataformas digitales manteniendo las mismas lógicas de crítica/halago al poder a cambio de convenios publicitarios? ¿o será momento de empezar a imaginar la reinvención de los contenidos en los medios de comunicación tradicionales para transitar a otro modelo de negocio?
El valor de los contenidos para la audiencia, su utilidad práctica y su capacidad para suscitar emociones pudieran ser los ejes de las nuevas agendas informativas en la reinvención de medios de comunicación tradicionales; la profundidad de los cambios es obligada ante el principio darwiniano de adaptarse o extinguirse.
Un México (digitalmente) más conectado
En México hay 80.6 millones de usuarios de Internet, que representan el 70.1% de la población de seis años o más. Entre 2017 y 2019, los usuarios en la zona urbana pasaron de 71.2% a 76.6%, mientras que en la zona rural el incremento fue de 39.2% a 47.7% de usuarios.
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019 informa que las principales actividades de los usuarios de Internet corresponden a entretenimiento (91.5%), obtención de información (90.7%) y comunicación (90.6 por ciento).
Es claro, las audiencias son ahora digitales. Los paradigmas de la comunicación en redes se trasforman cotidianamente. Con la masificación del internet, ya no hay audiencias cautivas.
También te puede interesar: La lengua de Shakira: Heriberto Villegas