En un dramático giro de los acontecimientos, las autoridades informaron hoy miércoles que un destructor de la Armada estadounidense repelió un ataque llevado a cabo por rebeldes yemeníes en el Mar Rojo. Según los reportes, la embarcación estadounidense, identificada como el USS Carney, logró derribar aviones no tripulados y un misil lanzado por los rebeldes hutíes, quienes aparentemente intentaban atacar al buque.
El USS Carney, parte de la clase Arleigh Burke, ha estado activamente involucrado en la campaña estadounidense contra los hutíes, quienes han intensificado sus ataques en respuesta a la situación en la Franja de Gaza, donde Israel está en conflicto con Hamas. Este incidente se produce apenas un día después de otro presunto ataque hutí contra un barco.
Por otro lado, Irán ha anunciado su intención de confiscar petróleo kuwaití valuado en 50 millones de dólares, perteneciente a la estadounidense Chevron Corp., que se encuentra a bordo de un petrolero incautado a principios de año. Este desarrollo marca el último episodio de la guerra en la sombra que ha estado ocurriendo durante años en las rutas marítimas de la región, mucho antes de que comenzaran los ataques hutíes.
El ataque hutí incluyó drones cargados con explosivos y un misil balístico antibuque, según el Comando Central del ejército estadounidense. En respuesta, Estados Unidos lanzó un ataque aéreo que resultó en la destrucción de tres misiles antibuques y tres embarcaciones con drones explosivos, según se informó.
El general de brigada Yahya Saree, portavoz militar de los hutíes, confirmó el ataque pero afirmó que sus fuerzas tenían como objetivo a dos buques de guerra estadounidenses, sin ofrecer más detalles. Saree declaró que los hutíes continuarán sus acciones hasta que cese la agresión y se levante el asedio al pueblo palestino en la Franja de Gaza.
Por su parte, los hutíes no han reconocido los ataques aéreos posteriores lanzados por Estados Unidos. Hasta el momento, no han evaluado los daños sufridos en los ataques liderados por las tropas estadounidenses desde enero, aunque han reportado la muerte de al menos 22 de sus combatientes.
Desde noviembre, los rebeldes han llevado a cabo ataques en el Mar Rojo y aguas cercanas debido al conflicto entre Israel y Hamás. Algunos de estos ataques han afectado a buques que transportaban mercancía hacia Irán, principal patrocinador de los hutíes, así como a convoyes de ayuda dirigidos a zonas bajo su control en Yemen.
A pesar de los esfuerzos en su contra, los hutíes continúan siendo una fuerza capaz de lanzar ataques significativos. Recientemente, hundieron un barco con fertilizante, el Rubymar, y derribaron un avión no tripulado estadounidense valorado en millones de dólares.
Desde el inicio de sus ataques, los hutíes han mantenido comunicación por radio con buques en el Mar Rojo y el Golfo de Adén. El Centro de Operaciones de Comercio Marítimo (UKMTO), dependiente del ejército británico, informó de una nueva serie de mensajes de radio similares y exhortó a las tripulaciones a reportar cualquier actividad sospechosa.
Poco después, se reportó un presunto ataque en la zona. La firma privada de seguridad Ambrey registró una explosión cerca de un buque aparentemente contactado por radio, aunque por el momento hay pocos detalles disponibles.
En otro frente, la Armada de India compartió imágenes donde se observa a los marinos del INS Calcuta luchando contra un incendio a bordo del MSC Sky II, que fue atacado por los hutíes en el Golfo de Adén el lunes. Humo proveniente de uno de los contenedores, que también mostraba marcas de quemaduras por el impacto del proyectil, se podía observar en las imágenes.
La compañía propietaria del MSC Sky II, Mediterranean Shipping Co., con sede en Suiza, confirmó el ataque y el incendio, añadiendo que fue controlado sin que nadie de la tripulación resultara herido. El proyectil impactó en la embarcación mientras se dirigía de Singapur a Yibuti.