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    Cocodrilos en la Laguna Nichupté de Cancún: Desove y Riesgos Potenciales

    Opinión

    En los últimos días, se ha observado un fenómeno inusual en la Laguna Nichupté de Cancún: los cocodrilos han comenzado a desovar en áreas cercanas a la vialidad de la zona hotelera. Esta actividad reproductiva, aunque natural, presenta riesgos significativos para los transeúntes y la población en general si no se maneja adecuadamente.

    El pasado jueves, se estableció un perímetro de seguridad en la zona hotelera, específicamente antes de llegar a playa Blanca, tras confirmarse que un ejemplar hembra de cocodrilo había depositado sus huevos en un nido ubicado junto a la banqueta del bulevar Kukulcán, en las proximidades de un área de manglar.

    Según datos proporcionados por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la temporada de anidación de los cocodrilos se extiende de mayo a julio, coincidiendo con el período de estiaje en México. Esta época es crucial para la reproducción y supervivencia de la especie.

    Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de la asociación Amigos de Sian Ka’an, ha señalado que los cocodrilos suelen buscar áreas arenosas para anidar, donde puedan cavar hoyos para depositar sus huevos. Sin embargo, el riesgo principal radica en la interacción humana, especialmente cuando las personas se acercan demasiado a los nidos o intentan atraer, arrojar objetos o incluso alimentar a estos animales.

    Es importante destacar que, si bien los cocodrilos no buscan atacar a las personas como objetivo principal, pueden volverse agresivos si se sienten amenazados, especialmente durante la defensa de sus nidos o crías.

    Merediz Alonso enfatiza que la mejor manera de prevenir incidentes es mantener una distancia segura de los cocodrilos y evitar cualquier tipo de interacción directa con ellos. Alimentar a estos animales o acostumbrarlos a la presencia humana puede alterar su comportamiento natural y aumentar el riesgo de encuentros peligrosos en áreas urbanas.

    Es importante comprender que la presencia de cocodrilos en áreas urbanas no implica que estos animales se estén adaptando a dichos entornos, sino que, debido a su hábitat natural en toda la Laguna Nichupté y otras áreas de Quintana Roo, es posible avistarlos ocasionalmente.

    En conclusión, si bien el avistamiento de desoves de cocodrilos puede ser un fenómeno fascinante, es crucial mantener una distancia prudente y respetar el espacio de estos animales para evitar conflictos y garantizar la seguridad tanto de los cocodrilos como de las personas que transitan por la zona.

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