LA PRESIDENTA CLAUDIA Sheinbaum presentará hoy la Estrategia Nacional de Industrialización y Prosperidad Compartida, conocida como «Plan México», mismo que la coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico, Altagracia Gómez, ha dicho que la comunidad empresarial lo ve con buenos ojos.
Este plan busca transformar la economía mexicana mediante incentivos a la inversión privada, fortalecimiento del mercado interno y sostenibilidad. Sin embargo, como toda estrategia ambiciosa, presenta tanto pros como contras.
Uno de los principales beneficios es el incremento en la Inversión Extranjera Directa (IED), con un objetivo de alcanzar 100 mil millones de dólares anuales para 2030.
Este aumento podría posicionar a México como un destino atractivo para la inversión global, especialmente en sectores estratégicos como semiconductores y electromovilidad.
Además, se espera la creación de 1.5 millones de empleos adicionales en sectores clave, lo que no solo reduciría el desempleo, sino que también mejoraría la calidad de vida de millones de mexicanos, especialmente en regiones menos desarrolladas.
El plan también promueve proyectos de inversión sustentables, con un enfoque en el cuidado del agua y el medio ambiente. Esto es crucial en un contexto global donde la sostenibilidad es cada vez más valorada por consumidores e inversores.
Al reducir las importaciones y aumentar la producción nacional, México podría volverse más autosuficiente y menos vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional.
Sin embargo, la implementación de un plan de esta magnitud requiere una estrategia clara y un presupuesto robusto.
Sin una hoja de ruta detallada y recursos suficientes, las metas ambiciosas podrían quedarse en promesas. Aunque el plan busca atraer inversión extranjera, México compite con otros países que también están implementando estrategias de nearshoring y digitalización.
La capacidad de México para destacarse dependerá de la efectividad de sus políticas y la rapidez con la que se implementen.
La creación de un entorno favorable para la inversión requiere reformas regulatorias profundas. La burocracia y la falta de infraestructura adecuada podrían ser obstáculos importantes.
Aunque la creación de empleos es un objetivo positivo, es vital que estos empleos sean de calidad y bien remunerados. Además, la transición hacia una economía más industrializada debe ser inclusiva, asegurando que todos los sectores de la sociedad se beneficien.
El «Plan México» tiene el potencial de ser un catalizador para el crecimiento económico y la prosperidad compartida. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad del gobierno para implementar las políticas propuestas de manera efectiva y superar los desafíos inherentes.
QUIEN PARECE NO estar muy de acuerdo con un panorama halagador para la economía de México es Alejandro Werner, que prevé para 2025 una recesión anticipada y la posible pérdida del grado de inversión antes de 2027. El exsubsecretario de Hacienda en el sexenio calderonista advierte sobre una contracción considerable, con dos o tres trimestres de crecimiento negativo. Esta desaceleración se verá agravada por las negociaciones comerciales con Estados Unidos y la reforma del Poder Judicial. Werner destacó la necesidad de una reforma fiscal para evitar un deterioro financiero mayor, señalando que la expansión fiscal reciente y las presiones de gasto heredadas complican el escenario económico.
EL AEROPUERTO INTERNACIONAL de la Ciudad de México (AICM) será remodelado con una inversión de ocho mil millones de pesos. Las obras estarán a cargo de la Secretaría de Marina, que encabeza Raymundo Pedro Morales, y comenzarán entre abril y junio de este año y se espera que concluyan antes de la Copa Mundial de la FIFA 2026. Este proyecto mejorará la infraestructura del aeropuerto, incluyendo servicios, pistas de rodaje y calles de aproximación, para facilitar la movilidad de jugadores y turistas. La remodelación también ampliará los espacios para migración, optimizando la llegada de visitantes y operaciones en general.
LA CONSTRUCCIÓN DE la planta cervecera de Constellation Brands en Veracruz avanza con una inversión de tres mil millones de dólares entre 2025 y 2028. La producción inicial está programada para finales de 2026 o principios de 2027. La nueva planta no solo impulsará la economía local, sino que también fortalecerá la presencia de la compañía dirigida por Bill Newlands en el mercado estadounidense, donde comercializa marcas como Corona. Sin embargo, el éxito dependerá de la gestión eficiente de recursos y la adaptación a las condiciones locales.
GRUPO GRISI ESTÁ de estreno: inauguró una planta de producción en la zona de Vallejo, Ciudad de México. Con una inversión de 200 millones de pesos, esta planta tiene una capacidad de producción de 2 mil 800 toneladas de granel y empleará a 400 personas. Además, la ubicación estratégica en Azcapotzalco facilita la logística y distribución. La empresa comandada por Alejandro Grisi de Lara también planea invertir 800 millones de pesos en una nueva planta de distribución en Hidalgo y han adquirido otra planta en Guanajuato.