Las proyecciones de crecimiento económico se han ajustado a la baja, situándose entre 1% y 1.3%, muy por debajo de 2.3% estimado por la Secretaría de Hacienda, el equipo de Rogelio Ramírez de la O.
Esta desaceleración no es solo una cifra en los informes económicos; tiene implicaciones profundas para el empleo, la inversión y, en última instancia, el bienestar de los ciudadanos.
Uno de los factores más preocupantes es la disminución de la inversión pública. En términos reales, se espera una caída de 16.3% este año.
Los recursos se han canalizado hacia proyectos de bajo retorno económico, como ciertos desarrollos ferroviarios, mientras que sectores estratégicos como la infraestructura industrial y logística han sido desatendidos.
Esta falta de inversión en áreas clave limita el potencial de crecimiento a largo plazo y reduce la capacidad del país para atraer inversión extranjera.
El empleo formal también está en una situación crítica: en diciembre se perdieron 405 mil puestos de trabajo, la mayor caída en más de dos décadas.
Esta pérdida de empleo formal no solo afecta a las familias directamente involucradas, sino que también restringe el consumo privado, un motor esencial de la demanda interna.
Sin empleo formal, las familias tienen menos ingresos disponibles para gastar, lo que a su vez afecta a las pequeñas y medianas empresas que dependen del consumo local.
Aunque la inflación muestra signos de moderación, cerrando 2024 en 4.55%, los precios de alimentos y energía siguen siendo una fuente de volatilidad.
La inflación, aunque controlada, sigue siendo una preocupación para las familias mexicanas, especialmente aquellas de menores ingresos que destinan una mayor proporción de su presupuesto a estos bienes esenciales.
Las finanzas públicas también están bajo presión: el gobierno busca reducir el déficit mediante recortes al gasto programático y ajustes en los ingresos tributarios.
Sin embargo, enfrenta riesgos significativos asociados al creciente costo del servicio de la deuda y las responsabilidades de Pemex.
La situación de la petrolera dirigida por Víctor Rodríguez Padilla es particularmente preocupante, ya que la empresa estatal ha sido una carga financiera significativa para el gobierno, limitando su capacidad para invertir en otras áreas cruciales.
La desaceleración económica en México es un enorma desafío, pero no insuperable.
Con políticas adecuadas y una visión a largo plazo, es posible revertir esta tendencia y sentar las bases para un crecimiento sostenible y equitativo. La clave está en reconocer los problemas actuales y actuar con decisión para resolverlos.
PRUDENTIAL SEGUROS MÉXICO nombró a Sofía Belmar como su nueva presidenta y directora ejecutiva, efectiva a partir del 15 de enero. Con más de tres décadas de experiencia en la industria aseguradora, Belmar liderará una nueva etapa de crecimiento e innovación. Anteriormente, fue vicepresidenta sénior de Desarrollo de Negocios para América Latina en MetLife y directora general de MetLife México. Es actuaria por la UNAM y tiene una maestría en Administración de Empresas por el ITAM. Belmar también fue la primera mujer en presidir la AMIS.
COSTCO WHOLESALE PLANEA abrir 30 nuevos supermercados anualmente como parte de su expansión global, con un enfoque especial en mercados internacionales como México y Canadá. La cadena dirigida por Ron Vachris tiene en México 41 establecimientos, siendo el tercer mercado más relevante para Costco, después de Estados Unidos y Canadá.
INVEX VENDIÓ UNA participación en el proyecto carretero Grupo de Autopistas Nacionales (Gana) a FIBRAeMX. La operación incluyó la venta de un 10.8% de interés en Gana. FIBRAeMX también adquirió un 18.2% de Aleatica, aumentando su participación en el proyecto. Tras la venta, la participación de Invex en Gana se redujo a 20%, mientras que Aleatica mantiene una participación mayoritaria de 51%.
GRUPO ACOSTA VERDE, operadora inmobiliaria de centros comerciales, recibió la autorización para recomprar hasta 40% de sus acciones en circulación. Los accionistas aprobaron destinar hasta 3 mil 746 millones de pesos para esta recompra, que se realizará en un plazo de 20 días hábiles. La medida fue respaldada por 79.61% del capital social de la empresa. Esta estrategia busca fortalecer la posición financiera de GAV y aumentar el valor para sus accionistas.