El cohete de origen chino podría impactarse con la Tierra en los próximos días, así advierte el Pentágono.
‘Long March 5B’ es el nombre del cohete que partió el pasado 29 de abril y presuntamente perdió el control por lo que se prevé que se estrelle contra la Tierra. Ante esta situación el Pentágono está realizando un seguimiento para determinar con seguridad el lugar donde éste pueda estrellarse y así prevenir una catástrofe.
El destacado astrofísico Jonathan McDowell, intuye que de acuerdo a la órbita actual del cohete, es probable los escombros caigan en algún lugar de Madrid, Nueva York o Pekín, o al sur como Chile y Wellington y Nueva Zelanda.
“La última vez que lanzaron un cohete Long March 5B terminaron con grandes y largas barras de metal volando por el cielo y dañando varios edificios en Costa de Marfil. La mayor parte se quemó, pero hubo estos enormes trozos de metal que cayeron al suelo. Tuvimos mucha suerte de que nadie resultara herido” explicó el astrofísico.
El ‘Long March 5B’ pesa alrededor de 21 toneladas y tenía el propósito de transportar componentes para la estación espacial de China. Los restos de este cohete podrían impactar a la Tierra entre el 8 y 10 de mayo.
Nada de qué preocuparse
Existe una gran posibilidad de que los escombros caigan en el mar debido a que la Tierra está compuesta por 70% de agua. De acuerdo con el tabloide chino ‘Global Times’ no vale la pena alertarse por este cohete debido a que en su reingreso a la atmósfera se desintegrará.
«La mayoría de los escombros se quemarán durante el reingreso, dejando solo una pequeña porción que puede caer al suelo, que potencialmente aterrizará en áreas alejadas de las actividades humanas o en el océano», ha dicho Wang Yanan, editor en jefe de La revista Aerospace Knowledge.