Ante un descenso en la natalidad de la nación, el gobierno de China relajó las medidas de planificación familiar.
El pasado 11 de mayo, China presentó los resultados del censo que cada diez años se realizan en relación con la población y en los datos se observó un reducción en la natalidad.
Dicho censo arrojó que China tiene al menos 1,412 millones de habitantes y que el envejecimiento de dicha población ha alarmado a las autoridades de Pekín.
Debido a lo anterior el gobierno decidió relajar las estrictas medidas en relación con la concepción de hijos que por años se había mantenido. Fue en 1979 cuando se promulgó en China la ley de tener un único hijo y posteriormente en 2015 se autorizó la posibilidad de tener hasta dos hijos según sea la decisión de los padres.
De acuerdo con el portal Xinhua, la medida se aprobó en una reunión del Politburó, el órgano gestor del Partido Comunista de China. El encuentro estuvo presidido por el jefe de Estado y secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping.
“Las políticas de natalidad van a mejorarse. Se introducirán normas que permitirán que una pareja pueda tener [más] hijos”, indica el comunicado distribuido por Xinhua.
Junto con esta nueva medida se promulgarán apoyos a la ciudadanía para el apoyo de las familias, como apoyos empresariales a embarazadas entre otros que aún no son oficiales.
“Esto mejorará la estructura demográfica de China, responderá de manera activa al envejecimiento de la población y mantendrá las ventajas del dividendo demográfico”, agrega.
Por otro lado, con esta noticia gran parte de la población China señaló que no consideraría la opción de un tercer hijo y unas de las grandes razones es por el gran gasto que éste significaría.