El maestro ítalo-argentino Lucio Fontana (1899-1968) es el autor de esta obra. Podemos pensar de gestos y trazos que caracterizan a un artista, en este caso, sería la agresividad en manifiesto ante la perforación, el corte, la aparente destrucción que se plasma en su trabajo.
En sus palabras, su búsqueda y su hacer procuraban dar respuesta a “la ambición de liberar en la superficie pictórica o en el volumen escultórico una zona donde irrumpieran el vacío y la indeterminación”, Fontana bautizó como ‘espacialismo’ a esta expresión, aludiendo a la expansión en todo sentido.
El arte moderno puede hacernos pensar, “bien pudiera haberlo hecho yo”, y según la investigación del italiano Vittorio Gallese, profesor de Psicobiología y Estética experimental, Así Es.
Al contemplar este cuadro, y dejarse sentir, Gallese ha demostrado repetidamente que el espectador reproduce en el cerebro y en la fisiología toda, a través de estímulos neuro-musculares, los movimientos que el artista necesitó para completar su empresa.
Frederick Nietzche propuso “en el fondo el hombre se mira en el espejo de las cosas y considera bello todo aquello que le devuelve su imagen” y me queda la invitación a pensar, y en este verse y reflejarse, damos forma y Vida a nuestra realidad.
Así que sí, bien pudiera haberlo hecho yo, y Ud.
Se atreve a hacerlo decididamente?
APOV