El pasado 5 de diciembre marcó un hito significativo en el ámbito laboral mexicano con la entrada en vigor de la Ley de Teletrabajo, también conocida como la Ley de «Home Office». Esta ley, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) seis meses antes, específicamente se refiere a la Norma Oficial Mexicana «NOM-037-STPS-2023, Teletrabajo– Condiciones de seguridad y salud en el trabajo».
La implantación de esta normativa implica cambios sustanciales en los derechos y responsabilidades tanto de los trabajadores que desempeñan sus labores a distancia como de las empresas que los emplean. La Ley de Teletrabajo se fundamenta en las reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) del año 2021, con el propósito de regular el trabajo remoto en México. Según lo establecido en el DOF, esta ley está diseñada para aquellos individuos cuyas actividades laborales superan al menos el 40% realizadas desde un lugar distinto al centro de trabajo tradicional.
Uno de los aspectos centrales de la NOM 037 es la promoción de la transparencia y equidad en las relaciones laborales entre los teletrabajadores y los empleadores. Entre las obligaciones de los empleadores se encuentra la responsabilidad de proveer a los trabajadores de las herramientas necesarias para su desempeño laboral, lo que incluye desde una silla ergonómica hasta aditamentos ergonómicos según sea necesario. Además, se especifica que deben cubrir el costo proporcional del consumo de internet, energía eléctrica, dispositivos tecnológicos como computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes, impresoras y el suministro de tinta para estas últimas, utilizados para el teletrabajo.
La normativa también defiende el derecho a la desconexión como un elemento esencial para los trabajadores, estableciendo que no están obligados a participar en reuniones o utilizar equipos informáticos durante períodos vacacionales, permisos o licencias.
Otro punto crucial que destaca la ley es la reversibilidad del teletrabajo, otorgando al empleador la facultad de solicitar al empleado regresar al trabajo presencial si así lo requiere.
En resumen, la Ley de Teletrabajo en México, reflejada en la NOM-037, ha introducido importantes cambios en las dinámicas laborales, asegurando la protección de los derechos de los trabajadores remotos y estableciendo claras responsabilidades para los empleadores en la creciente esfera del trabajo a distancia.