Liz Melo, presidente ejecutivo de la Asociación de Campos de Golf del Caribe mexicano, aseguró que, desde la reactivación económica en el estado, la recuperación de estos lugares en la entidad marcha muy bien, ya que fue una de las primeras actividades que se abrió a nivel mundial al ser un deporte que se practica al aire libre.
Explicó que la cantidad de hectáreas en las que están construidos los campos, permite que la distancia se dé perfectamente entre jugadores y no converja una gran cantidad de personas en un mismo espacio, lo que ocasiona que la carga viral sea mínima.
Sin embargo, ahondó que limitaron los accesos a áreas como restaurantes, centros de servicio, atención de lockers y reservaciones, aunado a que los 14 campos de golf del Caribe mexicano lograron la Certificación en Protección y Prevención Sanitaria en Instalaciones Turísticas, de forma que pueden tener tranquilidad los turistas que acuden y que muchos de los campos relacionados con alguna cadena, ya contaban con algún protocolo de salud.
“revisando la estadística de rondas de golf, de marzo a la fecha de agosto, la proyección de rondas era importante y la pérdida de esas rondas asciende a 72 mil y si se viera la cantidad de ingreso que se dejó de percibir por las rondas serían 25 millones de dólares”, aseguró.
Pese a esto, Liz Melo destacó que no hay que dejar de ver que el turismo de golf genera una derrama importante para el sector, ya que un golfista genera compra de boleto, transportación, reserva del campo, compra de suvenir y de contratación de torneos.
La mayoría de los turistas de golf que reciben es de Estados Unidos y Canadá