Carmen Nicolás, presidenta del capítulo Cancún de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme), y notaria pública de Quintana Roo, logró romper techos de cristal gracias a su educación, preparación continua y formación en escuelas militares, donde le enseñaron que todo lo puede lograr y que su único límite es ella misma.
“Me da gusto que cada vez más mujeres se abren nuevos caminos. En el tema de igualdad de género, sé que aún hay mucho por hacer, en especial se tiene que impulsar a las emprendedoras ya que históricamente es un mundo dominado por hombres; de hecho, 60% de las mujeres empresarias en el país están en la informalidad”, declaró.
Abogada especialista en Derecho Militar, con maestría en Derecho Notarial, desde adolescente tuvo que convivir primordialmente con hombres, al realizar sus estudios en el Colegio Militar, una institución dominada por los mismos. De hecho, cuando laboró dentro del Estado Mayor Presidencial era la única mujer abogada, pero jamás se sintió en desventaja a lado de sus colegas, quienes, afirmó, siempre la respetaron.
Comentó que durante esa época tuvo varios amigos notarios, lo que despertó su deseo de prepararse para lograr ser notaria pública, pero es hasta que llega a radicar a Cancún que se le presenta la oportunidad de realizar el examen para concursar, logrando colocarse entre las cinco primeras mujeres notarias en el destino.
Aseveró que es pionera en lograr la certificación notarial en el sureste del país, y que si volviera nacer, lo haría todo igual ya que es feliz en lo que hace, y siempre tiene la oportunidad de ayudar a más personas.
Expectativas e ideales
Como presidenta de Amexme, señaló que siente un gran compromiso con sus afiliadas, tanto para impulsarlas con capacitación constante, como formando fuertes lazos de amistado como de protección.
Añadió que desean apoyar, asesorar e impulsar a mujeres emprendedoras, de hecho, varias se han acercado a la asociación deseando afiliarse, sin embargo, entre los principales requisitos es que no estén en la informalidad, lo que limita tanto a la emprendedora como a asociación para poder ayudar a más mujeres.
Recalcó que si en algún momento en los cargos que ocupó la recibieron con escepticismo, su preparación, capacidad e inteligencia la llevaron a ser bien aceptada sin ninguna queja, tanto, que ocupó funciones a nivel municipal, regional y nacional.
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