Visitar Tulum y sus paradisíacas playas azul turquesa es todo un lujo actualmente. Aún puedo recordar la primera vez que conocí este destino mágico, eso hace ya 20 años. Cuando Tulum parecía el escenario perfecto para ilustrar el Popol Vuh. En aquel entonces recuerdo que las opciones de gastronomía local eran muy pocas, alguna que otra cevichería y por supuesto mi opción fue probar Don Cafeto.
Pasando el tiempo era muy difícil encontrar un lugar sabroso donde comer y por muchos años fue el Hotel Ana y José uno de mis favoritos para la comida del domingo, una cocina sabrosa frente al mar. Por ahí del 2011 descubrí una joya, Posada Margharita, una propuesta muy sencilla, con una decoración inspirada en el Mediterráneo, no existe un menú escrito, en realidad te lo platican con un singular acento italiano; el antipasto delicioso, sus pastas caseras y la selección de vinos hacen que todo se conjugue perfectamente.
Otro lugar que me encantaba por su cocina a las brasas y su propuesta en cocteles era Casa Banana, hoy este lugar es ocupado por Atila, restaurante hermano de Arca y su propuesta está basada en una cocina Yucateca combinada por vinos naturales, pregunta por Humberto (sommelier) para que te recomiende un buen maridaje.
Tengo que ser sincera y recuerdo que por un par de años duró la fiebre de Hartwood, tuve tan mala suerte las tres veces que intente ingresar, que ya no regrese. Pero recuerdo que todo mundo hablaba de sus costillas cocinadas a fuego lento con agave y miel. Definitivamente el paso de Eric Werner (chef de Hartwood) por Tulum tuvo un efecto exquisito en cuestión de promoción a la gastronomía de Tulum, debido a la trayectoria del newyorkino en hospitalidad.
Definitivamente el momento más comentado por la prensa gastronómica y de viajes fue cuando Rene Redzepi decidió hacer un pop up de Noma en México, la prensa internacional le llamada ‘La comida más envidiable del año’ y el mismo Redzepi expresó que sería el ‘menú de la década’. Talentosos jóvenes chefs colaboraron en Noma México, investigando, estudiando, experimentando y por supuesto probando. Es aquí donde conocí a José Luis Hinostroza, chef de Arca Tulum, y es una persona que te transmite una pasión fascinante por la cocina, por crear, descubrir y experimentar.
Actualmente disfruto mucho de los atardeceres con un rico vino y he encontrado en Mía Tulum la mejor cava con una cocina mexicana y de mar muy rica, en ambiente relajado, un servicio espectacular y muy buena música.
Hoy, cuando visito Tulum para disfrutar de su cocina, busco aquellos lugares que vayan en tono con lo que este bello destino, lugares que sean responsables con los productos que utilizan, responsables con su entorno, que respeten a su comunidad, pero sobretodo que valoren esta identidad que conforman los Quintanarroenses; que sabe a Italia, Argentina, España, India, Japón, Marruecos y por supuesto sabe a México.
Por: Edna Janet Vega Cuevas