Y DONDE NADA más “no entienden que no entienden”, o mejor dicho, “no saben que no saben”, es en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB).
La política de Andrés Manuel López Obrador de “austeridad republicana”, que evolucionó a una de “pobreza franciscana”, ya borró la memoria histórica de ese importantísimo regulador.
En la instancia que preside Jesús de la Fuente ven la tempestad y no se hincan, pues al éxodo de emisoras que ayer le contamos, el gobierno de la 4T insiste en intervenir la competencia de las bolsas de valores.
Siguen obligando a las casas de bolsa a gastar una fortuna en adecuaciones a sistemas para su mal pensada y peor ejecutada idea de cómo beneficiar a la Bolsa Institucional de Valores (Biva).
El punto es que no por la vía de la competencia y la promoción de nuevos jugadores, sino dándole más operaciones a costa de una cada vez más languidecida Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El mercado bursátil que alentó el lanzamiento de Biva, en julio de 2018, no creció, como estaba en las premisas de su principal promotor, el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.
La CNBV se metió en un callejón sin salida porque no puede convencer a los participantes del mercado de valores que la bolsa que fundó Santiago Urquiza tiene viabilidad.
La Secretaría de Hacienda está empecinada en que la mejor ejecución del mercado de capitales es equivalente a quitarle a la BMV un porcentaje de las órdenes que recibe y dárselas directo a Biva.
Lo quieren hacer mediante adecuaciones a los sistemas de las casas de bolsa cuasi por decreto, lo que terminaría siendo el tiro de gracia a la bolsa que preside Marcos Martínez y dirige José Oriol Bosch.
Guste o no, la BMV tiene 140 años, atraviesa desde hace más de un lustro en permanente crisis, pero es una empresa que contribuyó al desarrollo y crecimiento del mercado de valores nacional por décadas.
La CNBV se ha enfrentado a la oposición, primero de la misma BMV, cuya iniciativa pretende despojarla de su volumen de negocio diario, y después de las propias casas de bolsa, que han invertido en tecnología.
La Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), que preside Álvaro García Pimentel, está dando una gran batalla, ya que sus agremiados presionan para hacer entender a una autoridad negada.
Accival que dirige José Antonio Espíndola, GBM de Diego Ramos, Banorte de Carlos Hank, Santander que preside Héctor Grisi, BBVA de Eduardo Osuna, Morgan Stanley que maneja Jaime Martínez-Negrete y Credit Suisse al mando de Nicolás Troillet, son parte de las casas de bolsa que no están de acuerdo.
Las nuevas reglas de órdenes de ejecución no han beneficiado a ningún participante del mercado, ni tampoco han reducido costos de operación ni de emisión, pero sí han duplicado la carga de trabajo.
La agenda de problemas del sector bursátil es enorme y si todos los temas se abordarán como están atendiendo éste, será una década perdida para el mercado de valores.
A SAMSUNG NO le sirvió haber reunido hace ya casi un mes a su presidente ejecutivo global, Sungan Choi, con Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional. La firma coreana apostaba a llevarse al menos uno de los cuatro paquetes en que se está dividiendo la construcción de una planta coquizadora y la reconfiguración de la refinería de Salina Cruz, en Oaxaca. Desde el primer momento se estableció que el contrato por alrededor de tres mil millones de dólares sería íntegramente para ICA, que dirige Guadalupe Phillips, lo que causó indignación entre los asiáticos que habían puesto sobre la mesa financiamiento. De ahí la visita, en parte, de Choi. Incluso sobre ella el Presidente tuiteó: “Tienen contratos en Dos Bocas han cumplido y es probable que continuemos trabajando juntos”. Pues no, porque Pemex terminó firmando toda la obra con ICA.
POR CIERTO QUE la misma constructora ICA, cuyo accionista mayoritario es el financiero David Martínez, acaba de ser beneficiada otra vez por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Ahora tocó a la Secretaría de la Defensa subcontratarla para que se haga cargo de un trazo de aproximadamente 20 kilómetros del llamado Tramo 5 del Tren Maya. La semana pasada le informamos que el gobierno federal decidió cancelar anticipadamente el contrato con Grupo México, de Germán Larrea, para construir esa etapa que correrá de Playa del Carmen a Tulum. Pues la dependencia que comanda Luis Cresencio Sandoval dividió en tres partes iguales ese tramo y además de ICA asignó a Mota-Engil de José Miguel y a INDI de Manuel Muñozcano toda la obra.
AL FINAL LA Secretaría del Trabajo suspendió la licitación de la red wan administrada y su mantenimiento, contrato que estaba reservado a Axtel, la empresa de telecomunicaciones de Grupo Alfa, que preside Armando Garza Sada. Solo ellos cumplieron el requerimiento de las cartas del fabricante. Los requisitos que impusieron los pupilos de Luisa María Alcalde eran tan ridículamente dirigidos, que ni Telmex los cumplía. Fue justamente la compañía de Carlos Slim Helú y que dirige Héctor Slim Seade la que manifestó su inconformidad. También estuvieron interesados en este contrato de casi 278 millones de pesos Total Play de Ricardo Salinas y Bestel de Televisa, de Emilio Azcárraga Jean.
EXITUS CREDIT, DE Elías y Carlos Rahmane, concretó la semana pasada una emisión de certificados bursátiles por 270 millones de pesos. La transacción contó con calificaciones AAA de Standard & Poor´s y HR Ratings, lo que confirma la solvencia y fortaleza financiera de este prestamista, así como su disponibilidad de fondeo para soportar su crecimiento.