En la icónica Zona Hotelera de Cancún, un proyecto de gran envergadura conocido como «Península Cancún» ha desatado un fuerte rechazo por parte del sector hotelero local. Este proyecto, planeado para desarrollarse en los terrenos actuales del Campo de Golf Pok Ta Pok, ha generado preocupaciones significativas en relación con la capacidad de los servicios esenciales, como el suministro de agua potable, el sistema de drenaje y el tratamiento de aguas residuales. Se estima que estos servicios serán insuficientes para atender la demanda proyectada tras la construcción de más de 1,300 viviendas de lujo y 850 habitaciones de hotel.
Jesús Almaguer, líder destacado de la Asociación de Hoteles de Cancún, ha anunciado la adopción de medidas legales contundentes, entre las que se incluyen la presentación de amparos y el respaldo de las autoridades gubernamentales a nivel local y nacional. El objetivo principal de estas acciones es evitar la aprobación del proyecto, dado que los empresarios hoteleros temen las repercusiones de una infraestructura insuficiente para soportar el impacto de este megaproyecto.
Por su parte, Miriam Cortés, representante de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo, ha descrito la situación como una «bomba de tiempo», enfatizando que la capacidad actual de provisión de servicios esenciales ya ha alcanzado su límite. Ambas organizaciones están coordinando esfuerzos para frenar el avance del proyecto, considerándolo inviable dentro de la capacidad limitada de la Zona Hotelera de Cancún.
Además de las preocupaciones relacionadas con los servicios esenciales, se ha denunciado que el proceso legal utilizado para la creación del Plan de Desarrollo Urbano asociado al megaproyecto violó normativas y careció de transparencia. Estas irregularidades refuerzan la postura de las organizaciones del sector hotelero en su rechazo contundente al desarrollo de «Península Cancún».