En 1968, estallaron movimientos estudiantiles en Alemania Occidental y luego en Francia, este último liderado por el famoso pelirrojo, Daniel Cohn-Bendit en la Universidad de Nantes, y de ahí las protestas se extendieron a universidades de otras ciudades hasta llegar a la famosísima Sorbona de París. Esa influencia llegó a México y derivó en el movimiento estudiantil del 68 y el trágico 2 de octubre en el que desafortunadamente se enlutó nuestro país con muchos muertos.
Ahora, me preocupa que en las universidades de Estados Unidos, grupos de estudiantes se manifestaron en contra de Israel, por la expulsión de los palestinos de la franja de Gaza, estableciendo campamentos en los campus con casas de campaña; esto no se había visto antes ahí, que yo recuerde. En la Universidad de Columbia de Nueva York, hubieron enfrentamientos de estudiantes con la policía que los desalojó a la fuerza resultando cientos de detenidos, pero muchos volvieron a instalar los campamentos. Para disuadirlos, las autoridades universitarias los amenazaron con que podrían perder su derecho a graduarse. Estos sucesos encendieron la solidaridad estudiantil nacional y las manifestaciones se han replicado en decenas de universidades de norteamérica.
El conflicto está escalando y nos puede afectar de este lado del mundo. Una buena parte de la opinión pública internacional está en contra de las muertes de miles de palestinos, las escenas que se difunden en los medios resultan dolorosas y lamentables; y ahora Israel está siendo visto más como agresor que como víctima.
Por otra parte, es muy preocupante la falta de un acuerdo de paz, a pesar de la mediación de Egipto y Qatar y el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países; aunque Israel acaba de ofrecer una tregua de 40 días a Hamás en Palestina, para intercambiar rehenes y prisioneros.
Adicionalmente, el conflicto puede extenderse a medio oriente, pues la situación invita a otros antagonistas de Israel a aprovechar el momento. Así lo hizo Irán que lanzó un bombardeo hace unos días y posee armas nucleares que podría usar, al igual que otros países que tomaran partido. Eso nos llevaría al exterminio de todos.
Así que aunque estemos en el Caribe de este lado del mundo, debe importarnos el conflicto, porque nos puede afectar, tal como se describe en el “Efecto Mariposa”, que parafraseando un proverbio chino dice: “El simple vuelo de una mariposa en el Oriente, puede ocasionar una tormenta en el Occidente”. Me despido de ustedes y los invito a seguirme en Equis, antes Twitter, @Cristinalcayaga