Hay una historia que me ha conmovido mucho siempre, que es la de Maximiliano I emperador de México y su emperatriz Carlota. La primera vez que fui al castillo de Chapultepec, realmente estaba emocionada de ver aquellas imágenes de ese hombre guapísimo, alto, delgado, rubio con su barba; y ella con su corona y un vestido enorme, con unas crinolinas de la época, que usaban con olanes y moños, etc. Por eso, hoy los recordé, y les quiero platicar que el 15 de mayo de 1867,hace 157 años; fue apresado en la ciudad de Querétaro tras 72 días de permanecer sitiado por Mariano Escobedo.
Un mes después con su fusilamiento al lado de sus Generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, en el cerro de las Campanas, finalizaría el breve Segundo Imperio Mexicano. El dato despertó mi curiosidad sobre ¿por qué Maximiliano aceptó abandonar todo para ser Emperador de un país lejano y en conflicto? Existen historias y testimonios; y aunque muchas de ellas se cuentan como chismes, son muy reveladoras. Les platico algunas.
Se dice que a Maximiliano de Habsburgo Archiduque de Austria y su esposa la princesa Carlota de Bélgica, les aseguraron que los mexicanos los esperaban con los brazos abiertos para traer paz y prosperidad; Maximiliano pidió garantías de esto y, tanto Napoleón III quien lo recomendó, como el Papa Pio IX y los conservadores mexicanos que querían la monarquía para contrarrestar las Leyes de Reforma Juaristas; le mintieron. El joven noble renunció a todos sus títulos a cambio de ser emperador en México, por exigencia de su medio hermano mayor Francisco José de Austria a quien le incomodaba su presencia allá. Así lo narra Francisco Martín Moreno en su libro “Arrebatos Carnales” -el cual les recomiendo porque se van a divertir muchísimo-; quien también describe como la emperatriz Carlota fue la que en realidad tomo bajo su control los asuntos de Estado, cuando Maximiliano pasaba semanas en su casa de Cuernavaca con su amante “La india Bonita” desentendiéndose de sus labores como emperador.
Irónicamente Maximiliano y Carlota resultaron tener ideas mucho más liberales y apoyaron las Leyes de Reforma; en especial la expropiación de los bienes a la Iglesia Católica, así que los conservadores los abandonaron a su suerte, al igual que Napoleón III quien retiró su ejército, y como ya mencioné, murió fusilado.
Carlota y Maximiliano fueron muy importantes por sus relaciones con países europeos para el reacomodo del orden mundial de aquella época y hoy, son figuras icónicas que subsisten a través de sus símbolos como el Castillo de Chapultepec y las imágenes del Emperador y la Reina que viven impresas en el imaginario colectivo de los mexicanos.
Me despido de ustedes y los invito a seguirme en Equis, antes Twitter, @Cristinalcayaga