En estos tiempos de importantes cambios alrededor del mundo y viviendo en una época aún post pandémica, hemos podido ser partícipes de la evolución que la gastronomía ha tenido desde el 2019. Con la llegada de las interminables cuarentenas, a los amantes de la gastronomía nos ha sorprendido la forma en la que el gremio del servicio de comida ha logrado consolidar nuevas formas de llegar a los que nos quedamos encerrados y las empresas que han logrado adaptarse a ello.
Ahora la tendencia no es solo a quedarse en casa y poder recibir una buena comida; hemos sentido un respiro desde que nos levantaron el enclaustro y nos encontramos con novedosas formas de seleccionar nuestros alimentos. Los voceros más importantes de la gastronomía, la ciencia y la espiritualidad, han logrado dar un importante y sólido mensaje que nos hace cuestionarnos completamente la forma en la que nos alimentamos. Con esto, hemos dado el paso a descubrir nuevos ingredientes que, además de proporcionarnos un alto valor nutricional, logran que podamos tener una mejora significativa en nuestra mente, en nuestro físico y en nuestras emociones.
La ahora evidente contaminación química de los alimentos que ingerimos, aunada a la urgente necesidad de tener mayor salud mental y física, ha funcionado como un combo perfecto para la creación de nuevas empresas que buscan tener producciones que, aparte de ser sostenibles y orgánicas, cuenten con el valor agregado de ingredientes como las micro-dosis de psilocibina o los psicotrópicos naturales y cannábicos que ayuden con el esclarecimiento espiritual y el respiro mental. Y, además de optimizar el aprovechamiento completo de los insumos y reducir el desperdicio de alimentos, se busca también tener una experiencia que espiritual o energéticamente no perjudique a nuestra comunidad.
Entramos justo en la era acuariana y a partir de ahora todo se referirá a trabajar desde un lugar más consciente, en colaboración e interacción con la tierra de una forma más sostenible. Lograremos ver grandiosas obras culinarias al trabajar con inteligencia y unión en el esfuerzo de crear algo para el bien común.
En el gremio del servicio alimentario ya comenzamos a ver importantes cambios en la forma en la que las empresas interactúan con sus colaboradores, tendremos prestadores de servicios en los comedores de los restaurantes con mayores prestaciones y mayor valoración por parte de los empleadores. Soy fiel creyente de que un mesero contento con su labor va a lograr dobletear un ticket promedio, y al parecer los propietarios también comienzan a darse cuenta de ello.
En la Riviera Maya, especialmente en las playas con mayor plan de crecimiento, se comparten nuevos y mejores horizontes alimentarios con los gastrónomos de esta nueva generación. Se reforzarán importantes escenarios tales como, las granjas que cosechan productos de acuerdo a cada temporada, la permacultura; utilizada como parte primordial de producción y cosecha aprovechando la densidad y variedad de especies y sabores que crecen en nuestra jungla; la imperante necesidad de preservar nuestro maíz y nuestros chiles criollos, la relevancia de consumir a empresas que estén comprometidas con la conservación del medio ambiente; la pesca responsable (compromiso recién de 190 países en la declaración de Cancún), son algunos factores que han permitido que la gastronomía logre fusionar los sabores de la canasta básica mexicana con un vanguardista emplate post pandémico.
Los comensales de paladar exigente ya no buscan solo saciar sus antojos sentados en una mesita frente al mar. Ahora buscan tener una experiencia completa desde que bajan del avión y esperan ver platos artesanales hechos con materiales orgánicos y mobiliario fabricado con material endémico de cada lugar, buscando probar el sabor típico de cada región. El sentimiento de pertenencia y búsqueda de folclor mexicano que escala entre el puesto de los salbutes hasta un exótico emplate en un comedor con forma de nido, sin olvidarnos de nuestros hermosos paisajes, hacen que las nuevas generaciones alrededor del mundo y dentro de nuestro propio país quieran venir a experimentar el Caribe mexicano que siempre los hará sentir tal vez, mejor que en casa.
Si salen a comer, no olviden llevarme.