Elena Reygadas, la chef mexicana a cargo del restaurante «Rosetta» en Ciudad de México, ha sido nombrada la mejor chef femenina de 2023 por The World’s 50 Best Restaurants.
El premio, que ha sido otorgado durante solo 11 años, se ha quedado en Latinoamérica durante los últimos dos años, con la peruana Pía León ganando en 2021 y la colombiana Leo Espinosa en 2022. Este año, México es el país premiado, que destaca la rica tradición culinaria de un país extenso con diferentes climas y costumbres.
Elena Reygadas, la galardonada, comenzó con fuertes influencias italianas, que todavía conserva hoy en día, y es famosa por sus pastas frescas. Sin embargo, ha integrado la rica naturaleza mexicana en su firma. Cada vez más, las mesas que ella sirve se alejan de las carnes y se acercan a los ingredientes de la tierra, utilizando materias primas puras sin artificio excesivo en el proceso, pero con sabores, olores y colores intensamente armoniosos.
“Soy cocinera en una ciudad enorme, pero me gusta seguir a la naturaleza. El mundo está tan homogeneizado, que es vital que cada quien use ingredientes arraigados a su territorio, para conservar la biodiversidad del Planeta y la cultural”, dice Elena.
William Drew, el Director de Contenido de la lista de Mejores Restaurantes del Mundo, expresó su honor al presentar el premio a una chef que está liderando el camino para las futuras generaciones de líderes femeninas en México y más allá, a través de su promoción de platos tradicionales y la biodiversidad indígena.
Reygadas es conocida por sus famosos platos, como los tacos de hoja de col con pipián de pistachos, los tamales de maíz con crema ahumada y los raviolis de camote con salsa matcha. Además, utiliza verduras de temporada cultivadas en una huerta prehispánica en la ciudad de México, lo que le permite crear platos que son una verdadera representación de la cocina mexicana, como una ensalada llena de una variedad de verduras y queso de Ocosingo, todo mezclado con una deliciosa miel de piloncillo.
La recién galardonada mejor chef del mundo es miembro del Consejo Internacional del Basque Culinary Center y ha afirmado en ocasiones que su afición por la cocina se originó en su pasión por hornear pan repetidamente. Después de perfeccionar su técnica en el French Culinary Institute en Nueva York, trabajó en el restaurante Locanda Locatelli de Londres durante cuatro años. Fue gracias a todas estas influencias y a su propia investigación culinaria que se convirtió en la chef que es hoy, y que le ha llevado a alcanzar la cima de la gastronomía mundial.