En los últimos 15 años, se ha logrado que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres para ser candidatas a diputadas o senadoras, presidentas municipales, y gobernadoras. A base de amparos, recursos, y gestiones, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ha emitido diversas sentencias avaladas en criterios jurídicos que propiciaron reformas a las leyes y a la Constitución obligando a los partidos políticos a que el 50% de las candidaturas fueran para mujeres en cada elección; logrando además que lo mismo se aplique en Estados y municipios. Gracias a esto, hoy en día la mitad de los legisladores en el Congreso, son mujeres.
Pocos saben que este avance democrático estuvo a punto de desaparecer; pues los coordinadores de cada uno de los partidos políticos en la cámara de diputados presentaron una iniciativa de reforma constitucional que quita las facultades del Tribunal Federal Electoral para intervenir en la vida interna de los Partidos Políticos y cuando incumplan con la paridad, en sus órganos internos o en las candidaturas. Diputadas de todas las bancadas, incluyendo a Morena, Mujeres en Plural y otros colectivos, se percataron de que la reforma implicaba un retroceso democrático y ponía en riesgo los derechos políticos de las mujeres, por lo que se unificaron en un rechazo común al proyecto, a través de desplegados, medios de comunicación, redes sociales y cabildeos e hicieron un llamado a las legisladoras, al cual se sumaron varias Senadoras, así como organizaciones civiles, académicas, y especialistas en materia electoral.
Las legisladoras exigieron una nueva redacción en donde no se vulneren los derechos políticos de las mujeres. Finalmente, el 13 de abril pasado, la iniciativa fue desechada. Pero yo he querido comentarles este bochornoso episodio legislativo, pues es impensable que hoy todavía haya intentos patriarcales y machistas en las dirigencias partidistas, para manejar a su antojo la participación política de las mujeres. Esto no debería de ocurrir ni siquiera en el grado de tentativa y mucho menos si alimenta la tendencia legislativa a desmembrar a las instituciones que garantizan la democracia plena del país.
Me despido y les invito a seguirme en Twitter @Cristinalcayaga.