Debido al coronavirus Covid-19, la situación de las poblaciones al borde de la hambruna podría agudizarse según el informe sobre la crisis alimentarias 2020 presentado por la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PAM).
Alrededor de 135 millones de personas en 55 países (el 16% de la población planetaria) experimentaron inseguridad alimentaria en 2019, cifra más alta registrada en los cuatro años de existencia de este informe.
Se prevé que 265 millones de personas podrían sufrir de hambre en 2020, es decir casi dos veces más que en 2019, debido al impacto económico de la crisis sanitaria.
El aumento de la inseguridad alimentaria es provocado por conflictos armados -principalmente en la República Democrática del Congo y Sudán del Sur-, la sequía y las crisis económicas en Venzuela, Haití, Pakistán y Zimbabue. Y la situación podría empeorar con la pandemia del nuevo coronavirus, sobre todo en los países más vulnerables que tienen una capacidad limitada o nula para hacer frente a los aspectos sanitarios o socioeconómicos de la crisis.
«Las personas que necesitaban ayuda van a necesitarla durante más tiempo y nuevas personas van a sufrir inseguridad alimentaria debido al covid-19”.
Arif Husain, economista del PAM y coautor del informe
Cabe destacar que las medidas de confinamiento y la recesión económica global conducirán a una pérdida de ingresos masiva entre los trabajadores pobres, que ya están viviendo al filo de la pobreza y el hambre. En este sentido, alerta el informe, «se espera que un mayor número de personas muera debido al impacto económico de la Covid-19 que por causa del virus propiamente».
«Es necesario mantener el flujo de la asistencia alimentaria porque si no lo logramos, tememos una catástrofe alimentaria».
Valerie Guarnieri, subdirectora ejecutiva para Programas y Políticas del WFP, en una entrevista telefónica con ELMUNDO.es
Para prevenir que las decenas de millones de personas que ya están al borde del hambre extrema sucumban al virus o caigan en el abismo de sus consecuencias económicas, los autores del informe sobre la crisis alimentarias 2020 instan a una movilización global para coordinar políticas operacionales y estratégicas, asegurar la asistencia nutricional a los grupos más vulnerables y reforzar los sistemas de protección social.