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Después de haber realizado una celebración lujosa el año pasado para conmemorar su quincuagésima edición, el Festival Internacional Cervantino (FIC) volvió a la austeridad en 2023. Esto tuvo un impacto notable en Guanajuato, con menos actividad en sus calles, plazas, comercios y hoteles en comparación con el año anterior antes de la pandemia de Covid-19. Según los organizadores, la asistencia a la edición de 2023 fue de 197,000 personas, un 30% menos que los 285,000 asistentes del año anterior.
Este descenso en la asistencia también se reflejó en la venta de boletos para los eventos, con un 71% de boletos vendidos, lo que representó una disminución del 30% en comparación con el año anterior, aunque se señaló que estas cifras son preliminares.
En los últimos años, el Festival Internacional Cervantino ha experimentado circunstancias excepcionales. En 2022, la celebración de su 50 aniversario recibió un aumento significativo en su presupuesto gracias al apoyo del Gobierno Federal, lo que resultó en una inversión total de 267 millones de pesos. Sin embargo, en 2023, el festival regresó a presupuestos más modestos y recibió solo 65 millones de pesos en apoyo federal, lo que dio como resultado un presupuesto total de 169 millones 562 mil pesos.
Este recorte presupuestal tuvo un impacto inmediato en la economía local, con una reducción en la derrama económica que alcanzó los 200 millones de pesos este año, en comparación con los 339 millones registrados en 2022. La ocupación hotelera también disminuyó notablemente, pasando de un 70% el año anterior a un 42% en 2023.
A pesar de la explicación de que la edición anterior fue un evento especial debido al 50 aniversario y contó con un presupuesto y programación más significativos, las comparaciones con la edición de 2019, que no tuvo un presupuesto excepcional, muestran un largo camino hacia la recuperación. En 2019, hubo 414,000 visitantes y una derrama económica de 615 millones de pesos.
Con la edición 51 concluida, la administración actual solo tiene un Cervantino más por organizar. Sin embargo, dadas las cifras de este año, parece desafiante alcanzar los niveles de visitantes y asistentes que se habían alcanzado en sexenios anteriores.
La edición 51 del FIC presentó dos novedades: Estados Unidos y Sonora como país y estado invitados. Ambos aportaron diversas propuestas artísticas y culinarias al festival. Aunque la delegación estadounidense incluyó artistas menos conocidos que en años anteriores, el enfoque en instituciones culturales que representan a comunidades marginadas, como el Ballet Hispánico y la Dance Theatre of Harlem, destacó la importancia de brindar oportunidades en el arte a la juventud latina y afroamericana. A pesar de los desafíos que persisten en los Estados Unidos para estas comunidades, el Festival Internacional Cervantino proporcionó un espacio para destacar su cultura y contribuir a la concordia, cumpliendo así con su misión como la «Fiesta del Espíritu».