Existen diversas estrategias de negociación para llegar a un acuerdo comercial en tiempos de crisis, una de las más comunes es el escalonamiento de las rentas de inmuebles.
Bajo el supuesto de que se celebraría un contrato de arrendamiento con un plazo forzoso de 5 años, el ejercicio sería el siguiente:
Calcula la renta por percibir en los siguientes 5 años, tomando en cuenta un estimado de la inflación, después deduce el valor presente neto (VPN) de la renta por percibir en los siguientes 5 años, tomando en cuenta una tasa de interés estimada.
Ofrece un descuento escalonado sobre las rentas, que se irá degradando con el paso de los años hasta volverse un aumento sobre las rentas, con la intención de encontrar la misma percepción de las rentas durante los 5 años, con un punto de equilibrio a la mitad del plazo forzoso.
El riesgo durante los primeros años lo adquiere el arrendador, sin embargo, puede mitigarse a través de garantías, como la firma de pagarés, obligado solidario, dejar una propiedad en garantía o bien a través de un depósito en garantía robusto. Otros puntos clave son: pena convencional por incumplimiento, tasa de intereses moratorios, plazo forzoso y renovación, subarrendamiento.
Si eres el arrendador, trata de que el punto de equilibrio suceda antes, de lo contrario busca que suceda lo más próximo al término del plazo forzoso del contrato.
Este mismo ejercicio se puede realizar ofreciendo un plazo de gracia atractivo al inicio del contrato, que posteriormente se traducirá en un aumento sobre las rentas durante los siguientes años.