Si bien hay ventajas de comprar una casa nueva, también se pueden presentar argumentos sólidos para comprar una propiedad más antigua. Se deben considerar múltiples factores como la ubicación, tamaño, necesidades y presupuesto
Muchos compradores tienden a cometer un error: antes de solicitar un financiamiento, primero ven la vivienda y eligen la que más les agrada en función de sus necesidades personales o familiares, y después se preguntan cómo la pueden pagar, cuando lo recomendable es lo contrario, primero saber su capacidad económica y verificar la cantidad que puede financiarles el banco, para luego entonces buscar la vivienda acorde para evitar endeudamientos abismales.
¿Y cuáles son las características que pudieran servirles al momento de tomar una decisión entre cada una?
Ventajas de comprar una vivienda nueva
Posibilidad de personalizarla. Los compradores tienen un control completo sobre el diseño, los colores y las características de una casa. Incluso seleccionar pisos, material de las paredes y elementos decorativos.
Menos sorpresas desagradables. Al ser todo nuevo, tampoco se preocuparán por reemplazar el techo, cambiar tuberías o realizar otras reparaciones importantes.
Cobertura a través de la garantía de un constructor. Los constructores a menudo respaldan su trabajo al ofrecer garantías que pueden durar desde un año por el revestimiento hasta diez años por defectos estructurales importantes.
Modernismo y eficiencia energética. Los materiales e instalaciones siguen los últimos avances de la tecnología, por lo que la propiedad no conllevará ningún tipo de conservación en años. Muchos desarrollos ofrecen amenidades como salón de eventos, roof garden, gimnasio, alberca y seguridad, y un bajo consumo energético, así como una reducción de la contaminación, lo que significaría un ahorro en energía de hasta 80%, respecto a otro inmueble usado.
Mantenimiento. Requieren poco durante los primeros 10 años de vida, pero quizá puedan presentar vicios ocultos en muros, techos o instalaciones.
Ventajas de comprar una casa de reventa
Estructura. Pese a ser de segunda mano, han podido resistir el paso del tiempo y/o fenómenos naturales o demográficos.
Ubicación. Suelen ubicarse en zonas consolidadas y céntricas, con vías de acceso, transporte y servicios públicos adecuados, lo que generará una valorización del predio, y en un futuro, se facilitará una nueva venta.
Estilo. Ofrece muchas opciones, por ejemplo, pueden tener usos como galerías o restaurantes.
Tamaño. Después de la ubicación, el tamaño es la segunda bondad respecto a un inmueble nuevo, toda vez que los precios son más baratos que las edificaciones nuevas.
Acceso inmediato. Se podrá acceder a la propiedad desde el primer día que se adquiere, siempre que el vendedor no tenga inconveniente.
Precio. Es inferior, considerando ubicación en la misma zona y con las mismas características de tamaño. Por ejemplo, una casa con alrededor de 15 años de antiguedad, puede tener un precio menor de hasta 30% respecto al de las viviendas nuevas.
Mantenimiento. Estos gastos son propiamente ejercidos una vez comprada la propiedad, pero que de alguna manera son descontados de su valor. No deben sobrepasar al 50% del valor total del inmueble.
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