¿Te has fijado cómo han cambiado las generaciones en las últimas décadas? Las generaciones X, Y y Z tienen un toque único y especial que ocupa el estudio de analistas de mercado, psicólogos y economistas para comprender la mentalidad y desde ahí poder influir. El problema es que ahora cambia todo tan vertiginosamente, que es complicado seguir el ritmo a los cambios y más en tiempos de Covid.
Por, y para ello, mi columna Entre cuervitos y zopilotes pondrá sobre la mesa los temas más fundamentales de dichas generaciones, sus mentalidades, sus carencias, sus limitaciones, sus grandezas y sus oportunidades. Dicen los científicos que: “el todo es como cada una de sus partes” y así al comprender en lo cercano, en lo próximo, en lo cotidiano, en lo inmediato a cada generación podremos comprender más y más a nosotros mismos, a nuestra sociedad cambiante y al mundo que nos rodea.
Primero que nada, ¿quiénes son los cuervitos? Bueno pues son esos especímenes cada vez más frecuentes de entre 11 y 25 años quienes están acostumbrados a tener unos papás zopilotes quienes todo les resuelven, todo les apoyan, todo les aplauden, todo les consienten… y que a la menor frustración, estos cuervitos, sienten que se cae el mundo encima y no pueden hacer más que recurrir a sus papás zopilotes.
Antes de dicho fenómeno cuervito-zopilote, los padres estaban para educar, guiar y hacerlos volar. Ahora pareciera que el nido lo quieren hacer cada vez más cómodo con aire acondicionado a 18º C, chips fuego, chocolates, refrescos y Netflix a toda hora, para que nunca, nunca, NUNCA, se alejen de sus padres zopilotes creando un vínculo de permisividad y mal crianza que extraña a todos, en especial a los representantes de las generaciones Babyboomer (1940-1955) y Silent (1920-1940) quienes realmente se quedan con los ojos cuadrados, sin comprender por qué es tan difícil regañar a un niño de 5 años tirando los anaqueles del supermercado y quienes sólo atinan a decir: “ya mi amor, ahorita nos vamos”.
De veras que los grandes sabios de las generaciones anteriores quisieran hacer una tesis conductual de padres e hijos y descubrir por qué hay tanto miedo a los límites, a educar, a regañar, a llamarle a las cosas por su nombre, a dejar las poses, a tomar una ridícula actitud adolescente a los 50 y muchas cosas más.
Así que aquí cada semana analizaremos con lupa estos casos increíbles, donde la realidad rebasa la ficción para que juntos podamos reflexionar, reír o llorar, según sea el caso, pero juntos pensar.
Estoy feliz y agradecida con Cancunissimo por su invitación a escribir y aceptar mi columna ‘Entre cuervitos y zopilotes’ que cada semana llegará a ti con reflexiones sociales de las generaciones X, Y, Z claro reflejo del mundo en el que vivimos. ¡Te esperamos!
Trixiavalle.com
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