Elon Musk, actual director ejecutivo de Twitter ha revelado que ha contratado a una nueva consejera delegada para liderar la compañía en un lapso de seis semanas. Siguiendo su estilo característico de generar expectativas y sorpresas, Musk no ha revelado la identidad de la ejecutiva que tomará las riendas de la empresa.
“Emocionado de anunciar que he contratado a un nuevo CEO [siglas en inglés de consejero delegado] para Twitter. ¡Comenzará en aproximadamente seis semanas!”, escribió en su perfil oficial de Twitter.
Presidente ejecutivo
Además, el empresario ha explicado que una vez que la nueva directiva comience su mandato, él asumirá el cargo de «presidente ejecutivo y director de tecnología» encargado de supervisar los productos, software y sysops. En noviembre, Musk ya adelantó que esperaba reducir gradualmente su presencia en Twitter, pero desde entonces no ha revelado ninguna pista sobre la identidad o el perfil de su sucesor.
Musk, quien también es el CEO del fabricante de automóviles eléctricos Tesla y la empresa espacial SpaceX, completó la adquisición de Twitter a fines de octubre por un valor de 44,000 millones de dólares y confirmó el despido de los principales ejecutivos de la empresa, incluido el CEO anterior, Parag Agrawal, además de realizar importantes ajustes de personal.
Desde que anunció su ingreso a la red social, Musk ha sido objeto de críticas por sus bruscos cambios de política y por descuidar sus otros negocios. La nueva consejera delegada tendrá que lidiar con la salida de anunciantes y un plan de servicios de suscripción inestable, sujeto a volubles anuncios por parte del empresario. Musk también ha reducido la moderación de contenidos de la empresa. La llegada del polémico Tucker Carlson a la plataforma, donde tendrá su propio programa, aumenta la preocupación sobre el papel que Twitter pueda desempeñar desde una perspectiva informativa o desinformativa de cara a las próximas elecciones de 2024. El empresario de origen sudafricano, que se presenta como un defensor absoluto de la libertad de expresión, ha reiterado que adquirió el control de Twitter para evitar que la plataforma se convirtiera en un altavoz de odio y división. También anunció que «derrotaría» a los bots de spam, un asunto clave y teóricamente sin resolver en sus negociaciones para adquirir la compañía.
En un ejercicio de supuesta democracia participativa, Musk preguntó a sus seguidores en Twitter en diciembre si debía renunciar como consejero delegado, y el 57.5% respondió afirmativamente. Sin embargo, no tomó ninguna medida, aunque sí adelantó su intención de apartarse. Su entrada abrupta en Twitter también provocó una caída drástica en las acciones de Tesla, debido a factores intrínsecos del sector, por lo que el anuncio del cambio en la cúpula de Twitter ha resultado en un aumento del 2.4% en las acciones del fabricante de automóviles eléctricos. La preocupación de los accionistas de Tesla, avivada por el comportamiento volátil de Musk, parece haberse calmado al menos momentáneamente con la noticia sobre Twitter, dado el sistema de interconexión que sus empresas presentan al público.