En una declaración pública el día de hoy, el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reconoció la complejidad de la situación desencadenada por la reciente irrupción policial en la Embajada de México en Quito, ordenada por su Gobierno. Esta medida tuvo como objetivo la detención del exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba en el lugar bajo asilo político y enfrentaba acusaciones de corrupción.
El Presidente Noboa afirmó que, si bien se trató de una situación sin precedentes, fue necesario tomar decisiones excepcionales en aras de proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad del pueblo ecuatoriano, el cual rechaza enfáticamente cualquier forma de impunidad para aquellos involucrados en actividades criminales o delictivas.
En una carta difundida a través de sus redes sociales, el Presidente reiteró su disposición a resolver cualquier diferencia con México, pero hizo hincapié en que la justicia no puede ser objeto de negociación. Argumentó que su deber como mandatario era cumplir con los dictámenes judiciales y evitar que personas condenadas por crímenes graves se refugiaran en legaciones diplomáticas, lo cual habría contravenido diversos acuerdos internacionales.
Asimismo, el Presidente Noboa criticó enérgicamente a aquellos grupos políticos ecuatorianos que han cuestionado su gestión en este asunto y han pedido sanciones contra el país, incluso llegando al extremo de solicitar una declaración de guerra por parte de México y sanciones económicas por parte de la comunidad internacional. Calificó estas acciones como una traición a la patria y señaló que surgieron como reacción a la próxima consulta popular del 21 de abril, la cual aborda temas de seguridad, inversiones y empleo.
En un tono conciliador, el Presidente reafirmó el compromiso de Ecuador con la paz, la justicia y el respeto al derecho internacional, al tiempo que expresó su disposición para resolver las diferencias con México. Sin embargo, subrayó que su gobierno jamás protegerá a criminales que hayan causado daño a los ciudadanos mexicanos.
Por último, el Presidente Noboa agradeció el apoyo de la Policía, las Fuerzas Armadas y su equipo de trabajo, así como el respaldo de millones de ecuatorianos que luchan junto a él por un Ecuador renovado.
La crisis diplomática estalló el pasado viernes 5 de abril, cuando la Policía ecuatoriana ingresó a la Embajada de México en Quito para arrestar a Jorge Glas, exvicepresidente del país. Esta acción fue condenada por gran parte de la comunidad internacional, llevando al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a ordenar la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador y el retorno inmediato de todo el personal de la embajada mexicana en Quito.
El Gobierno ecuatoriano sostiene que México habría incumplido los tratados internacionales sobre el derecho de asilo al otorgar refugio a una persona imputada por malversación de fondos y con sentencias pendientes por cohecho y asociación delictiva.