27 C
Cancún
Más
    OpiniónEl plato de la vida: Perro Cocinero

    El plato de la vida: Perro Cocinero

    Opinión

    Queridos Mejores Amigos:

    ¿Les ha pasado que están saboreando los últimos frijolitos con salsa que quedan en el plato y de un momento a otro, sin saber cómo, se los lleva el mesero sin preguntar?

    Me enfermé de Covid-19 casi sin darme cuenta, y de eso les quiero platicar esta semana.

    Tal vez la metáfora de los frijolitos no la esperaban, pero creo que es necesario hablar de cómo las circunstancias cambian en un segundo y del valor que le damos a cada cosa; Y pues como aquí hablamos de comida, es de esa forma que les quiero platicar mi experiencia.

    Empezaré por ponerlos en contexto, un día, así como así, me mojé con la lluvia del transcurso de mi casa al coche y de ahí vino la fiebre y la tos, obviamente fui al médico y me dio un jarabe, yo estoy seguro de no haber roto las normas de seguridad por el confinamiento y por eso no me preocupé, sin embargo, pasó un bote y medio de medicamento para darme cuenta de que esto no era normal.

    En casa ya habíamos comprado un oxímetro, pero nunca supe los parámetros normales (95-100) y fue hasta que llegué a 78 cuando fui al hospital, hagan de cuenta que ese fue el momento donde el mesero de la vida se llevó sin preguntar mi plato.

    Estuve 9 días sin tener contacto con el exterior y lo más entretenido que podía hacer era contar las gotas del suero y esperar la hora de la comida, les haría la reseña de las peras hervidas, o el pollito desmenuzado, pero creo que es prioritario platicar de otro plato más importante.

    No es un secreto que todo el tiempo estoy pensando en comer y que mi mayor motivación para salir del hospital era salir para cocinar los camarones que Betsa me trajo de Mazatlán, ir a los pozoles de Tixtla, o al suhsi de los japoneses frente a Plaza Caracol. Pero, estando en el hospital, en esa pausa obligada que me desintoxicó de la tecnología, de la rutina y de las cosas materiales, también me di cuenta de que hay un plato que nadie reseñamos, al que no prestamos atención, o que incluso nos damos el lujo de desperdiciar, es ese plato que se compone de las cosas que realmente valen la pena;  Cosas como arreglar tus relaciones, ver a tus amigos, amar a tu familia ¡Estar bien pues! para mí, ese es el palto de la vida.

    Y es que cuando lo material pasa a segundo plano de golpe, te das cuenta lo que realmente tiene valor, y aunque suene trillado, así es.

     La salud no la compra el dinero, ni el tiempo de calidad que hasta ese momento pasaste con tus seres queridos, por eso es importante comerse ese plato porque no hay tiempo que perder, pero comerlo sin desperdiciar.

    ¿Cuántas veces te has detenido a conciencia a pensar en tu balance para saber si estás satisfecho o si te falta algo por hacer?

    Las deudas se van a quedar, tu trabajo alguien más lo puede hacer y aunque nos cueste trabajo ese plato es muy difícil de reseñar objetivamente, pero es importante hacerlo, de esa manera podrás ponerle un poquito más de pimienta o de azúcar, sabrás si lo estas disfrutando a cada bocado o se puede mejorar, porque no sabemos cuándo llega ese mesero malvado para retirarlo de la mesa sin preguntar.

    Queridos mejores amigos, tal vez este artículo sea un poco distinto a los demás, pero mi intensión en estos momentos está en compartir lo que es prioritario y les quería dejar esta reflexión y sobre todo agradecer al personal médico que hace un trabajo extraordinario entregando todo en cada turno, seguro me faltarán nombres, pero los recuerdo con cariño por haberme cuidado.

    Gracias Dra. Santiago, Dr. Paz, Dra. Herrera, Lupita, Cecilia, celeste, Bety, Giovana, Fernanda, Juan Carlos, Javier, y a todos los del almacén que al llamado del gallo de plástico surten los medicamentos.

    Ustedes Mejores Amigos, cuéntenme qué ingredientes podrán mejorar su plato y si lo están disfrutando al máximo.

    Nos vemos la próxima semana con más aventuras culinarias y con los aconteceres de la escena (que han sido Basantes) para saborear esta columna como es debido.

    Cuídense mucho.

    Recientes